MADRID

Aguirre y Botella saldan su desencuentro con un mitin a la búlgara

Asediada por los medios de comunicación, Aguirre ha afirmado que todo lo que tenía que decir sobre el incidente que tuvo el jueves lo dijo ayer

MADRID Actualizado: Guardar
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La cita había levantado mucha expectación, porque esta tarde era la primera vez que Esperanza Aguirre y Ana Botella se veían las caras desde sus desavenencias tras el incidente de la expresidenta madrileña con agentes de movilidad del Ayuntamiento de Madrid, pero se ha quedado en un mitin a la búlgara. Y no solo porque uno de los oradores en el acto haya sido un político búlgaro, sino porque, como en los congresos del Partido Comunista de Bulgaria, nadie se ha salido del guión ni ha discrepado, aunque no se sabe si por miedo, por disciplina o por convicción.

Aguirre ha llegado poco antes de las seis de la tarde al Centro Cultural Casa de Vacas del parque del Retiro a pie y ha declinado hacer declaraciones los periodistas que le preguntaban si iba a denunciar a los agentes de movilidad. Junto al vicepresidente del Partido Europeo de Bulgaria, Tsevetan Tsevetanov, la presidenta del PP madrileño ha esperado a que llegase la alcaldesa de Madrid, que se ha retrasado ligeramente, y ha comentado en un perfecto inglés que hacía un tiempo maravilloso. Ante los objetivos de las cámaras de televisión y de los fotógrafos, Botella y Aguirre se han saludado con dos besos y se han encaminado a un repleto auditorio de la Casa de Vacas.

La presidenta del PP madrileño, vestida en tonos claros, y la alcaldesa de la capital, con un pantalón marrón y una chaqueta azul, han subido al escenario juntas y han saludo público al son del himno del PP, que precisamente cumple estos días un cuarto de siglo. Juntas se han sentado en la primera fila mientras comenzaba el acto, al que han asistido, entre otros, los consejeros de Sanidad y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez y Jesús Fermosel, respectivamente, así como el presidente del pleno del Ayuntamiento de Madrid, Ángel Garrido.

Cuando Aguirre ha tomado la palabra, lo primero que ha hecho sido saludar a Botella, quien ha hecho exactamente los mismo cuando le ha correspondido su turno. Ambas han coincido también en celebrar la elección de Miguel Árias Cañete como cabeza de la lista de los populares a las elecciones europeas del próximo 25 de mayo, y han recordado que es diputado por Madrid. Tanto Aguirre como Botella han recalcado la importancia de estos comicios y lo mucho que se juegan los españoles y los europeos. Las dos han alabado también a los búlgaros y su capacidad para integrarse en la sociedad madrileña.

El incidente

El mitin ha terminado con un baile típico búlgaro, que ha sido seguido por las "dos señoras estupendas", como las ha definido Tsevetanov, compartiendo confidencias. La expresidenta de la Comunidad y la regidora madrileña han abandonado la Casa de Vacas entre una auténtica melé medios de comunicación y han hecho un largo paseíllo por el parque del Retiro, ya que ninguna había dejado su vehículo en las inmediaciones del centro cultural. Asediada por los medios de comunicación, Aguirre ha afirmado que todo lo que tenía que decir sobre el incidente que tuvo el jueves pasado con agentes de movilidad en la Gran Vía lo dijo ayer.

Mientras continuaba el paseíllo, quien fuese delegado de Medio Ambiente del Consistorio madrileño José Antonio Gómez Angulo ha afirmado: "Esto parece un mano a mano entre Morante y Manzanares". Al escucharlo, Aguirre se ha reído y se ha dirigido a Botella y le ha preguntado si había oído lo que había dicho Gómez Angulo. Bajo el incesante escrutinio de los informadores, han abandonado finalmente el Retiro, no sin antes hablar de lo que iban a hacer durante la próxima Semana Santa y de las bondades meteorológicas de la primavera.