escándalo en el elíseo

La exmujer de Strauss-Kahn sale en defensa de Hollande

Opina que los franceses no tienen por qué pedirle cuentas al presidente si su vida privada no interfiere en su función pública

PARÍS Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La periodista francesa Anne Sinclair, exmujer del antiguo director gerente del FMI Dominique Strauss-Kahn, ha opinado que los franceses no tienen por qué pedirle cuentas al presidente François Hollande si su vida privada no interfiere en su función pública. Sinclair fue protagonista ella también de los semanarios cuando su exmarido se vio envuelto en un proceso mediático y judicial tras haber sido acusado de agresión sexual contra una empleada de hotel en Nueva York.

"Creo que no debemos juzgar a un personaje público por sus historias privadas, por sus aventuras sentimentales. No nos incumbe", ha señalado en la radio Europe 1, en referencia al romance atribuido a Hollande con la actriz gala Julie Gayet, que derivó en su ruptura con la hasta entonces primera dama, Valérie Trierweiler.

Para Sinclair, directora editorial de la edición francesa del diario digital 'The Huffington Post', aunque un jefe del Estado "debe tener una vida bastante transparente", "siempre y cuando no influya en su vida pública, no tenemos por qué pedirle cuentas".

Críticas a la prensa del corazón

El escándalo fue destapado por el semanario del corazón 'Closer' el pasado 10 de enero, que publicó un reportaje y diversas fotografías con las que intentaba probar que mantenía una relación sentimental con la actriz. "Ni siquiera era una exclusiva. Eran fotos donde no se reconocía a nadie. La novedad ha sido que se ha tratado al presidente por primera vez como una estrella del espectáculo. Se le ha aplicado lo que hasta ahora estaba reservado a Vanessa Paradis, Johnny Hallyday o la familia de Mónaco, fuera cual fuera el impacto sobre la vida nacional".

"No me ha sorprendido. La prensa del corazón ya sabemos lo que es", ha manifestado, recordando las "intenciones comerciales" de ese grupo, y cómo el resto de los medios han abordado ese tema de manera más o menos "digna y sobria".

Sinclair ha subrayado que nadie puede saber lo que pasa en una pareja en la intimidad, y sin querer pronunciarse sobre Trierweiler, ha afirmado que si ella decidió poner entre paréntesis su carrera profesional durante su matrimonio con Strauss-Kahn fue por razones "de libertad y deontología profesional".