Suníes queman ruedas cerca de la carretera. / Efe
crisis en irak

Dimiten 44 diputados iraquíes en protesta por el desalojo de las acampadas suníes

Los parlamentarios exigieron la retirada del ejército de las calles y la liberación del destacado diputado opositor Ahmed al Aluani, favorable a las protestas

BAGDAD Actualizado: Guardar
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Cuarenta y cuatro diputados iraquíes han dimitido en protesta por el desalojo policial de una acampada de manifestantes suníes en la ciudad de Ramadi y por los posteriores enfrentamientos, que causaron al menos 11 muertos y 40 heridos.

En rueda de prensa, los parlamentarios exigieron la retirada del ejército de las calles y la liberación del destacado diputado opositor Ahmed al Aluani, favorable a las protestas de los suníes y que fue detenido el pasado sábado. "El país está en peligro y hay que tomar medidas urgentes", dijo el presidente del Parlamento iraquí, Osama al Nuyaifi, quien encabeza la coalición opositora Mutahidun (Unidos), a la que pertenecen los 44 diputados que renunciaron.

Al Nuyaifi no presentó sin embargo su dimisión, pero explicó que la renuncia de sus compañeros se produce tras el desalojo de las acampadas de los manifestantes suníes en la provincia de Al Anbar.

Por su parte, el viceprimer ministro iraquí, Saleh al Matlak, denunció que la situación política en el país ha llegado a una vía sin salida. "Es grave que estemos en ese punto en el que el ejército haya salido a las calles a matar civiles", lamentó Al Matlak, quien instó a tomar "firmes" medidas.

También exigió que se escuchen las peticiones de los ciudadanos en esta "inquietante situación política que vive el país".

La violencia se desató después de que la policía desmantelara hoy la acampada en Ramadi de los suníes, que protestan por la marginación que sufren por parte del Gobierno, encabezado por el chií Nuri al Maliki. A finales del año pasado, miles de iraquíes suníes iniciaron protestas masivas en varias ciudades del país para pedir la liberación de los detenidos sin cargos y exigir amplias reformas en el proceso político.

Esas protestas se convertieron en acampadas permanentes en septiembre en las capitales de las provincias de mayoría suní, entre ellas Al Anbar, donde en las últimas semanas se han producido varios ataques graves contra altos mandos del ejército iraquí. El primer ministro dio un ultimátum hace ocho días a los suníes para que desalojaran las acampadas porque, según denunció, se habían convertido en "una sede y una tapadera" de la organización terrorista Al Qaeda.