Manuel Fernández de Sousa, presidente el grupo Pescanova. / Archivo
EMPRESAS

Pescanova reconoce una deuda de 3.500 millones de euros en sus cuentas oficiales

La CNMV le reprochó "descuadres" de peso en su primer balance de 2012, tras lo cual la multinacional admitió que el pasivo se disparó un 148% en el segundo semestre

MADRID Actualizado: Guardar
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La deuda reconocida por Pescanova ascendía a 3.498 millones de euros al cierre de 2012, según la contabilidad oficial entregada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) por el antiguo equipo gestor de la multinacional –que está bajo la administración de la auditora Deloitte desde el pasado 25 de abril, cuando el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Pontevedra declaró el concurso de acreedores- aunque no auditada, ni tampoco aprobada por un consejo dividido entre los fieles al aún presidente e imputado por la Audiencia Nacional, Manuel Fernández de Sousa-Faro, y sus críticos, encabezados por el presidente de la cervecera Damm, Demetrio Carceller.

En ese balance, que tuvo que ser presentado dos veces tras exigir los técnicos del regulador que se «corrigieran» los importantes «descuadres» detectados en las primeras cuentas, se señala que la deuda de la multinacional con las entidades financieras se elevaba a 2.626 millones, frente a otros 349 por emisiones de valores negociables –fundamentalmente bonos convertibles cuyos suscriptores decidirán en asamblea el próximo 1 de agosto si se querellan contra el consejo de Pescanova por presunto fraude–, 260 millones por acreedores comerciales, otros 144 millones por «pasivos directos asociados con activos mantenidos para la venta (es decir, dinero que se ha de abonar antes de poder cerrar dichas operaciones) y, por último, 120 millones por «otras deudas».

No obstante, la deuda financiera del grupo -hablamos de un 'holding' del que cuelgan cinco grandes empresas (NovaNam, Harinas y Sémolas del Noroeste, Abad Overseas, Abad Exim y Eyethu Nova) donde Pescanova "ejerce una influencia significativa", aunque el total de sociedades que dependen de ella supera las 160- se 'reduce' a 3.056 millones en el balance consolidado, es decir, considerando tanto el valor de las inversiones financieras a corto plazo como de la propia caja. Sin embargo, este último -según reconocen sus propios responsables-, era exiguo y fue uno de los motivos en que justificaron su petición de concurso pese a no haber transcurrido aún los tres meses de plazo que la ley les concedía para renegociar con los acreedores.

De dicha suma (de la que 627 se adeudan a compañías extranjeras y el resto a firmas españolas), la mayoría son pasivos a corto plazo (2.056 millones) que vencen en un máximo de 12 meses (a contar desde finales del pasado ejercicio), mientras que apenas una sexta parte (570 millones) tienen vencimiento a largo plazo (hasta cinco años). Además, esos 3.056 millones de deuda financiera neta suponen multiplicar por 11,6 veces su ebitda (beneficio bruto de explotación), es decir, el triple del máximo aconsejado por la normativa contable, y por 10,2 veces su patrimonio neto, seis veces más de lo recomendado legalmente.

Sólo 12,6 millones impagados

A pesar de tal volumen de deuda que habría que refinanciar en pocos meses, los servicios administrativos de Pescanova -los interlocutores del regulador en todo este proceso- sólo reconocen un vencimiento no pagado al cierre de 2012 –los dos balances, el original y el corregido, fueron aportados en la primera quincena del pasado mes de abril-, por valor de 12,6 millones y correspondiente a una sola entidad. Y aunque la imagen que se había dado hasta ahora es que gran parte de la deuda de Pescanova corresponde a sus filiales, lo cierto es que el balance consolidado presentado a la CNMV recoge que sólo el 28% les corresponde a ellas (858 millones), siendo la mayoría (2.198 millones) achacable a la propia sociedad matriz.

Mayor sorpresa aún supone el hecho de que en apenas seis meses el pasivo total del grupo se disparó un 148%, es decir, 2.088 millones más de los que tenía contabilizados hasta mediados de 2012, de los cuales 1.750 millones no presentan una justificación objetiva a juicio de los técnicos del regulador. De hecho, a preguntas de éstos, los representantes de la compañía admiten que, salvo en casos concretos como los depósitos o las acciones preferentes, "no se dispone de la información concreta solicitada" respecto a la fecha de esos nuevos pasivos, el importe exacto de cada uno y los avales, garantías u otro tipo de obligaciones a los que están vinculados.

Sobre la deuda con la banca acreedora, Pescanova la sitúa en 2.362 millones de euros, de los que casi la mitad corresponden a siete entidades, cinco españolas –Sabadell (209 millones), Popular (179), CaixaBank (179), Novagalicia bancp (166) y Bankia (120)- y otras dos extranjeras –la UBI Banca italiana (138) y el Deutsche Bank alemán (132)-. En la información proporcionada por la multinacional (pendiente de ser confirmada por la administración concursal) también se apuntan las grandes cifras de su cuenta de resultados, con una cifra de negocios de 1.735 millones en 2012, un 4,3% mayor incluso que la del ejercicio anterior, y unas pérdidas netas de 20 millones frente a los casi 49 millones de beneficio que alcanzó un año antes.

En cuanto a los sueldos del consejo, no detalla la cuantía que recibió cada miembro –únicamente apunta que el presidente recibió 390.000 euros en concepto de "dietas"- y se remite a su retribución total: dos millones de euros, un 5,6% más que en 2011 pese a que el grupo había entrado ya en números rojos