El CSKA quiere la esperada revancha ante Olympiacos

En el mismo momento en que Printezis anotó sobre la bocina la canasta que culminaba una remontada de 19 puntos y daba el título de la Euroliga 2012 al Olympiacos, se despertaron las ansias de venganza del todopoderoso CSKA de Moscú. El equipo ruso pago con la más dolorosa de las derrotas su prepotencia ante un rival que cumplió con la máxima griega de no rendirse nunca pese a que todos se arrodillaban ya ante dominio de Kirilenko y compañía.

Un año después, algunos pueden pensar que el baloncesto ha sido justo con los moscovitas al darles la oportunidad de vengarse por la afrenta de los helenos en la primera de las semifinales de la 'Final Four'. Ettore Messina, técnico del CSKA, admitía en los días previos al partido las ansías de revancha de los suyos, aunque apostaba por mantener “la cabeza fría”. Pese a perder a su mejor jugador, mantienen la base que les hizo casi imbatibles, con los serbios Teodosic y Krstic como líderes (precisamente, el pívot guarda la final como “el peor recuerdo” de su carrera y lo pone como ejemplo para no repetir los mismos errores), a los que suman una pléyade de figuras como Micov, Khryapa, Kaun o Papaloukas. Todavía siguen siendo los favoritos para levantar la copa de campeón, por plantilla y por historia (6 títulos continentales y diez presencias en la 'Final Four' en los últimos once años).

En el lado contrario, el Olympiakos vive la fase final de Londres como una nueva oportunidad. Ha vuelto a recibir el calificativo de cenicienta entre los participantes pese a que es el vigente campeón, pero sigue apostando por sus posibilidades. Pese a que mantiene su condición de rico venido a menos, cuenta con una plantilla muy competente y con el elegido como el mejor jugador de la Euroliga de la temporada, Vassilis Spanoulis, como estrella indiscutible. Además, cuenta con Kostas Papanikolau, el Jugador Revelación de la competición, los americanos Kyle Hines y Acie Law, y un espíritu indomable que le hace temible.