Vista de las instalaciones de la empresa en Pontevedra. / efe
EMPRESAS

Los accionistas minoritarios pretenden querellarse por fraude contra el consejo de Pescanova

-También estudian emprender acciones penales contra la CNMV por no cumplir bien su labor de regulador y contra el Sabadell por presunta información privilegiada

MADRID Actualizado: Guardar
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Un grupo de accionistas minoritarios de Pescanova pretende presentar en los próximos días una querella contra el actual consejo de administración de Pescanova (es decir, incluyendo tanto a los gestores oficialistas como al llamado bloque opositor) por presunto fraude contable debido a la “manipulación” que se podría haber hecho de las cuentas de la sociedad, tanto en las cifras adelantadas a los medios de comunicación como en las remitidas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) durante los últimos ejercicios, según fuentes jurídicas consultadas. Pendientes todavía de decidir si acuden a los juzgados de Madrid (dado que la empresa cotizaba en este mercado) o a los de Pontevedra (donde tiene su sede), esta iniciativa penal iría en paralelo de la declaración de concurso de acreedores que tiene previsto presentar la compañía la semana próxima.

La querella, que estaría abierto a la incorporación de más accionistas -los minoritarios representan más de la mitad de su capital social-, también se quiere extender contra otros dos actores en este caso. De un lado, la propia CNMV por no haber ejercido de forma correcta su labor supervisora. De otro, el banco Sabadell –el segundo mayor acreedor de la empresa, con 200 millones de euros en créditos- por una supuesta información privilegiada que le habría permitido vender un paquete importante de acciones, tan solo horas antes de que el regulador suspendiera el pasado 13 de marzo su cotización bursátil cuando su valor se desplomaba un 19,2% después de que el regulador abriera una investigación contra el consejo por posible abuso de mercado.

Sea como fuere, pendientes también de que el consejo cumpla su anuncio de contratar a un auditor forense que compruebe si ha existido “error” o “fraude” en la elaboración y posterior verificación de las cuentas de Pescanova en los últimos años -la anterior auditoria ha sido despedida por no coincidir con las directrices de la ejecutiva actual-, parece claro que los accionistas minoritarios -incluso el resto, pues la admisión a trámite del concurso obligará a la banca acreedora a provisionar el 25% de los préstamos que tiene concedidos- sufrirán algún tipo de pérdida. De momento, el reconocimiento de que la deuda de la compañía es sensiblemente mayor a la comunicada a la CNMV –de los alrededor de 1.570 millones declarados hasta mediados de 2012 se pasaría a cerca de 2.750 millones- supondrá, por extensión, un incremento del gasto financiero consolidado una vez que los ‘nuevos’ números rojos se integren en los balances oficiales.

Dado que el total del pasivo de la empresa (la deuda financiera alcanza los 968 millones, tras dispararse un 64% el último lustro) devenga un interés anual del 6,9%, el gasto citado crecería en cerca de 80 millones. La consecuencia es que de los 25 millones de beneficio neto que Pescanova afirmaba tener al cierre del tercer trimestre de 2012, se pasaría a unas pérdidas que rondarían los 55 millones, con la consiguiente merma en el valor bursátil de una acción que justo antes de su suspensión ya había caído desde los 17,4 hasta los 5,9 euros ante el incumplimiento de sus gestores de entregar en plazo a la CNMV las cuentas auditadas de 2012. De hecho, el regulador les ha apercibido para que se las remitan antes del viernes próximo o de lo contrario les abrirá un expediente sancionador.