relevo en la santa sede

El 'efecto Francisco'

Sólo lleva dos semanas, pero los gestos del nuevo Papa no dejan lugar a dudas sobre los nuevos aires en el Vaticano

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Vamos en el jeep del Papa. Saluda a la izquierda y de repente, ve a unos conocidos. Para el coche y se baja a saludar. Un gesto espontáneo difícil de imaginar en Benedicto XVI o en Juan Pablo II. Para empezar, a ellos les separaban de la gente cuatro cristales blindados. Francisco ha jubilado ese papamovil cerrado. Es sólo un gesto, pero un gesto muy importante, porque su reino se cimienta justamente en los símbolos.

Francisco fue rompedor y mediático desde que se presentó ante el mundo. Llevaba menos de una hora en el puesto y ya había derribado una tradición centenaria. No se puso la muceta, esa capa de armiño que se usaba desde hace 800 años. Esta semana, ha demolido otra tradición aún más antigua, de 2.000 años. Desde que Jesucristo lavó los pies de 12 apóstoles, los pontífices repetían ese rito con 12 hombres católicos. Francisco lavó el jueves a 12 reclusos e incluyó, por primera vez en la historia, a mujeres y a musulmanes.

Es el broche de una acumulación de símbolos: en lugar del trono de oro, Francisco usa una silla blanca. En lugar de anillo de oro; uno de plata blanca. Zapatos negros de batalla en lugar de los delicados mocasines de Benedicto. En lugar de el apartamento pontificio de mil habitaciones, vive en una residencia para curas y además, paga la cuenta.. No usa limusia, va en autobús.. En lugar de distancia, quiere transmitir cercanía. Sólo lleva dos semanas, pero para las tiendas de souvenirs y para los medios ya está claro: el Papa Francisco trae cambios y eso, vende.