COMUNIDAD VALENCIANA

Dos menores de 12 y 15 años desataron el incendio de Barx

La Guardia Civil sólo puede imputar al mayor de los niños como presunto autor del fuego que ha calcinado 266 hectáreas forestales

BARX Actualizado: Guardar
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Una chiquillada ha resultado letal para los montes de la Safor. Los responsables del incendio que calcinó un total de 266 hectáreas forestales en esta comarca han resultado ser dos menores de 12 y 15 años de Barx, la localidad en la que se originó el fuego el domingo por la tarde. Los niños estaban jugando con petardos en la Peña de Migdia, una zona montañosa muy cercana a la piscina municipal. Tras encender la mecha de un producto pirotécnico conocido como 'abeja voladora', se produjo una primera llamarada. La edad mínima establecida para el uso de este tipo de petardos es de 16 años, por lo que los menores habrían incumplido la normativa.

El viento de poniente que reinaba en la zona ayudó a que el fuego se propagara con gran velocidad por los extensos montes de matorral y pino de los términos de cinco localidades: Barx, Simat de la Valldigna, Xeresa, Benifairó y Xeraco.

La Guardia Civil identificó durante la tarde del lunes a los dos niños después de unos intensos trabajos de investigación y tras haber hablado con varios testigos que habían visto a los menores. El mayor tiene 15 años y será imputado como presunto autor del incendio. El más pequeño tiene doce y, por su edad, es inimputable, según indicaron a LAS PROVINCIAS fuentes próximas a la investigación.

Los agentes han informado de los hechos a la Fiscalía de Menores de Valencia, quien decidirá las medidas que a partir de ahora se van a adoptar. La responsabilidad civil repercute sobre los padres.

Los hechos ocurrieron el domingo sobre las 17.30 horas. Los dos niños se entretenían disparando cohetes hasta que colocaron en el suelo una 'abeja voladora'. La encendieron y se retiraron. Esta salió disparada por los aires con un zumbido que imita al del insecto. Ya no la pudieron controlar. Fueron corriendo tras ella hasta que cayó al terreno montañoso. A partir de ese momento empezó a prenderse el fuego. Ellos mismos intentaron sofocar las llamas, según relataron las mismas fuentes, pero al no poder hacerlo acudieron de inmediato al pueblo a pedir ayuda.

Media hora después ya no había nada que hacer. El fuego ya se había apoderado de buena parte de la montaña e iba creciendo. Primero ardió Les Foies, luego la Drova y, posteriormente, el Mondúver.

El amplio dispositivo para extinguir el incendio se puso en marcha y, después de haber estado ardiendo el monte toda la noche del domingo, el incendio se dio por controlado el lunes a las 19 horas. Desde el inicio de las llamas hubo que desalojar a más de 200 personas de una urbanización y una residencia de ancianos, en Barx; y de otro conjunto de viviendas en Les Foies, en el término municipal de Simat.

Los evacuados de la residencia de la Drova y desplazados a Benirredrà regresaron a las 20 horas del lunes, salvo doce personas que lo hicieron ayer. Los evacuados de la urbanización Les Foies también están ya todos en sus casas.

El conseller de Gobernación, Serafín Castellano, que acudió el lunes al puesto de mando situado en La Font de la Drova, ya señaló que las primeras investigaciones apuntaban a una negligencia con el uso de material pirotécnico como posible causa del incendio. Asimismo, agregó que se habían encontrado «restos de muchos petardos» en el punto de origen del incendio.

Tareas de extinción

Los trabajos de extinción del fuego prosiguieron ayer. Un helicóptero se incorporó a primera hora de la mañana para hacer un vuelo de reconocimiento. En la zona han estado trabajando ocho brigadas y una autobomba, según el Centro de Coordinación de Emergencias. Durante la noche del lunes, ocho brigadas y cuatro autobombas refrescaron la superficie quemada.

Los alcaldes afectados confían ahora en que pronto arranquen las tareas de regeneración en sus municipios para poder recuperar la verde estampa del paraje. Las llamas han calcinado el entorno de Barx y el Mondúver por cuarta vez en una década y los vecinos no quieren que este desastre ambiental se vuelva a repetir. Los ecologistas coinciden en que este último incendio es muy dañino para porque ha quemado la vegetación que se ha ido regenerando en los últimos siete años, por lo que ahora será más difícil la reconstrucción del paisaje.