Enrique Loewe. / Alberto Martín (Efe)
POESÍA

Una capitana al timón de la fundación Loewe

Sheila Loewe releva a su padre al frente de la institución que durante 25 años ha amparado el prestigioso premio de poesía

MADRID Actualizado: Guardar
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La emoción le traicionó y le anudó momentáneamente la garganta en el día grande del premio Loewe de poesía. Tras un cuarto de siglo de feliz andadura poética, Enrique Loewe Lynch, patrón de la firma de lujo que lleva su apellido y presidente de la fundación que desde 1988 mima la poesía, la música y la danza, cede el timón de la nave a su hija Sheila. El relevo se hizo efectivo el mismo día en que Juan Vicente Piqueras, el último ganador del premio, lo recibía, ya con su poemario 'Atenas' impreso en el sello Visor y en presencia de 23 de los 25 ganadores. Abre una nueva etapa de madurez este premio que a lo largo de cinco lustros ha sido y fiel termómetro y un testigo de la salud y el vigor de la última poesía española.

"La ilusión más importante de mi vida es que Sheila continúe mi trabajo y quiero agradecerle a la fundación el haberme permitido estar estos 25 años al frente de la fundación" dijo Enrique Loewe anticipando que en la próxima edición se incorporarán al jurado dos mujeres, Clara Janés y Soledad Puértolas.

Sheila, quinta generación de la familia Loewe, toma el relevo con ganas. "Con el altísimo nivel de la poesía premiada y el prestigio de su jurado, hay que cuidarlo de forma muy especial" apuntó especialmente satisfecha por la incorporación de Puértolas y Janés.

Con 72 años años, su padre se jubila y le cede el paso "para inventarme una nueva vida". "Paso una puerta. Me apetece leer, escuchar música, andar, conocer personas. Han sido 47 años en Loewe, de los cuales le he dedicado 25 a la fundación. Hemos cumplido objetivos pero los hemos luchado. Sheila hereda la parte más bonita, la del arte, el diseño y la artesanía. Me hace mucha ilusión que ella lo continúe", se despidió un Enrique Loewe feliz de que "lo que en principio parecía una locura sea hoy una bella realidad".

Excelencia plural

Dotado con 20.000 euros, el Loewe es el galardón de poesía más importante de cuantos se conceden en el ámbito privado en España. Luis Antonio de Villena, poeta que poner en marcha este premio por encargo Enrique Loewe, aseguro que se ha sostenido cinco lustros "sobre los pilares de la excelencia y la falta de directrices". "Los premios siempre han recogido una poesía plural lo que ha hecho al premio plural" dijo de un galardón que recibió en su última edición más de 800 poemarios de 30 países. Exigente, de nuevo quedó desierto el premio a la creación joven que la Fundación Loewe reserva a poeta menores de 30 años y que Sheila Loewe quiere potenciar.

En su palmarés figuran, entre otros, Juan Luis Panero, Jaime Siles, Felipe Benítez Reyes, Luis García Montero, Jenaro Talens, Carlos Marzal, Guillermo Carnero o Cristina Peri Rossi, única fémina entre los 25 ganadores, 23 presentes en la entrega. Muchos de ellos se reunieron hoy en un multitudinario almuerzo que se convirtió en una fiesta poética para celebrar la pujante trayectoria de premio y entregar el galardón Piqueras y su poesía "sencilla en términos machadianos".

Un acto en el que Luis Eduardo Aute puso música a un poema de Piqueras, 'Atenas en Llamas' y que se sumó una nutrida representación de personalidades del mudo de la cultura, la moda y el arte. Estuvieron José María Lassalle, Elio Berhanyer, Ángel Schlesser, Jaime de Marichalar, Ana Belén, Ángela Molina, Jaime de Marichalar, Víctor Manuel, Eduardo Arroyo, Gustavo Torner, José Toledo, Carmen Alborch, Rafael Argullol, Javier Sádaba, Almudena Grandes, Lusi García Montero o Fernando Sánchez Dragó.

También los miembros del jurado que engrandece al premio y que en la última edición constituyeron Víctor García del Concha, -director de Cervantes y exdirector de la RAE-, y los grandes poetas Francisco Brines, José Manuel Caballero Bonald, último premio Cervantes, Antonio Colinas, Pablo García Baena, Jaime Siles, Luis Antonio de Villena y Álvaro García Baena.

Lo vivió también con mucha emoción el ganador, profesor de español del Instituto Cervantes de Argel, que armó su poemario ganador sobre su experiencia vital en la capital griega reflejando con estupor "el derrumbamiento de una sociedad que anticipa lo que nos ocurrirá a nosotros". Piqueras evocó su humilde origen en una aldea valencia de Los Duques de Requena "de mala muerte y buena vida", y se enorgulleció de que estuviera a su lado Miguel Ponce, el maestro de escuela que convenció a su padre para que estudiar y "pudiera eludir el honrado futuro campesino que mi padre había diseñado para mi,"

Peregrino de la lengua de Cervantes, Piqueras ha vivido en Italia, Francia y Grecia antes de recalar en Argel. Licenciado en Filología Hispánica, trabajó como locutor de radio, actor y guionista. Traductor además de poeta, ha vertido al español toda la poesía de Marguerite Yourcenar. Es autor de poemarios como «Castillos de Aquitania» (1987), «La latitud de los caballos» (1999), «Adverbios de lugar» (2003), «Aldea» (2006) y «La hora de irse», publicado en 2010 y por el que obtuvo el premio Jaén de poesía. Es también ganador del premio José Hierro por «La palabra cuando», del Antonio Machado y del Valencia de Poesía.