Fútbol

Mourinho vuelve a atacar a Sergio Ramos

El portugués le culpa del gol del Manchester y el sevillano asume su error, pero responde que «no hay que señalar a nadie»

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Con la defensa de las jugadas a balón parado como gran talón de Aquiles del Real Madrid esta temporada, José Mourinho ha vuelto a atacar a Sergio Ramos, al acusar al central sevillano de ser el culpable del gol encajado la noche del miércoles ante el Manchester. Ramos ha asumido su responsabilidad al reconocer que falló en el marcaje y que Welbeck se le escapó y le ganó el salto, pero ha decidido responder de nuevo públicamente al entrenador. «La culpa es de todo el equipo. No hay que señalar a nadie», se quejó Ramos en el Bernabéu después de que Mourinho apuntase al defensa internacional, sin citar al afectado, como es su costumbre, durante una conferencia de prensa en la que el portugués huyó de nuevo de la autocrítica.

«Nosotros entrenamos, nos organizamos, definimos las funciones de cada uno y miramos los vídeos del rival, pero cuando pierdes en los duelos individuales no hay organización que resista», lamentó Mourinho, cuyo destinatario evidente era Ramos, aunque Diego López también dudó en la salida tras el córner lanzado por Rooney e incluso Di María, encargado de tapar el segundo palo, lo abandonó para irse al centro de la portería. El cabezazo de Welbeck entró por su zona, pero fue a Ramos a quien le faltó atención y contundencia para intentar frenar al delantero inglés en el área pequeña.

Mourinho, quien ya mantuvo un serio enfrentamiento con Ramos el pasado curso, cargó hace cinco meses contra el central por el gol encajado ante el Sevilla en el Pizjuán tras un saque de esquina en el primer minuto. Al sevillano, harto al igual que Casillas, de que el técnico atice a los suyos en público e incluso haga alusión a aspectos personales, se le ocurrió contestar y el castigo de Mourinho fue inmediato, al dejarle en el banquillo en el duelo de 'Champions' ante el Manchester City. Mourinho provocó entonces un incendio en el vestuario que ya evidenció entonces la ruptura entre españoles y portugueses y una división creciente de la plantilla con el técnico.

«Ahora no tengo equipo. Hay pocas cabezas comprometidas y concentradas en el fútbol. En el descanso hice dos cambios pero habría hecho siete si hubiera podido», clamó Mourinho tras la derrota en Sevilla. La reacción de Ramos fue contundente: «Aquí somos todos culpables para lo bueno y para lo malo. No es el momento de hacer declaraciones». Era solo la cuarta jornada de Liga, pero antes el Madrid ya había fracasado en las jugadas de estrategia al encajar sendos goles en faltas laterales ante el Valencia (1-1) y en Getafe (2-1). A balón parado se le ha escapado al equipo la Liga, y así, incapaz de mostrarse autoritario en los córners y los libres indirectos se le ha complicado también al Madrid el pase a los cuartos de final de la Copa de Europa, aunque los blancos, pese a sus muchas dificultades para crear juego ante enemigos cerrados, tienen capacidad suficiente para marcar un par de goles en Old Trafford.

El Madrid ya sabía que el juego aéreo era una de las grandes armas del United, pero al segundo saque de esquina llegó el 0-1. Mientras el Madrid ha encajado esta campaña el 35% de sus goles a pelota parada, el líder de la 'Premier' ha marcado de cabeza 13 de los 16 tantos que lleva en el campeonato, y en el Bernabéu Welbeck confirmó que el Madrid no ha mejorado nada en esta faceta, pese a que Mourinho insiste en que ya no puede trabajar más la estrategia. Incluso el primer gol en propia puerta en la carrera de Cristiano llegó así, al intentar defender un córner, en Granada (1-0). La maldición va a más.