Rajoy elude el 'caso Bárcenas' y responde con el escándalo en Ideas

La primera sesión de control al Gobierno del año en el Congreso estuvo totalmente monopolizada por los casos de corrupción que centran la vida política española y especialmente por el que protagoniza Luis Bárcenas, el extesorero del PP.

Alfredo Pérez Rubalcaba, en una dura intervención, retó a Mariano Rajoy a que reconozca ya que “tiene un problema de corrupción en su partido” tras conocerse que Bárcenas llegó a tener hasta 22 millones de euros ocultos en cuentas de Suiza y ante las sospechas de que el también exgerente repartió durante años sobres de dinero negro entre dirigentes del PP. Le exigió que, como presidente del partido, “actué con contundencia, celeridad y ejemplaridad” para aclarar las sospechas de financiación irregular y depurar las responsabilidades correspondientes.

El líder socialista afirmó que su partido “hace años que aprendió esa lección para siempre”, cuando en los años noventa fue condenado por la financiación irregular a través de Filesa, y recordó a Rajoy que, en esa misma época, su partido “se fue de rositas” en el escándalo de corrupción del ‘caso Naseiro’, su entonces tesorero, “gracias a triquiñuelas legales”, ya que los dirigentes populares fueron absueltos al anularse las grabaciones que les implicaban. “Ustedes se creyeron impunes, pero la impunidad en este país, por suerte, ya no existe”, le advirtió.

El presidente del Gobierno, como ha hecho desde que saltó la noticia de las cuentas suizas de Bárcenas, eludió dar explicación alguna sobre el asunto y se adhirió a la consigna interna de silencio hasta que concluyan las investigaciones que el PP realiza sobre el manejo de las cuentas del partido por el tesorero. Se limitó a declarase de acuerdo con la repugnancia mostrada por Rubalcaba por la corrupción y a recomendarle al secretario general del PSOE que actúe con la misma contundencia y ejemplaridad en su partido, en alusión al escándalo de la Fundación Ideas, por el pago de más de 50.000 euros por colaboraciones a la exesposa del exdirector de la organización firmadas con el seudónimo Amy Martin.

Rajoy, que se reafirmó en que su Gobierno emplazará en breve a todos los partidos a suscribir un pacto por la transparencia y contra la corrupción, con medidas concretas, se limitó a desacreditar la intervención de Rubalcaba, que calificó de “poco afortunada” y “papelón”, y que, con ironía, interpretó que estuvo forzada por las presiones de su grupo parlamentario, que cuestionan su figura y le exigen más contundencia.

Como había hecho minutos antes en su rifirrafe con el coordinador de IU, Cayo Lara, Rajoy animó a dejar de hablar de las situaciones de corrupción “que todos sabemos” y a plantear medias “que sean útiles” y a “buscar un acuerdo”.