Ciclismo

El polaco Kwiatkowski, nuevo líder en San Luis

Contador: “No hay muchos momentos en la temporada para trabajar las contrarreloj”

SAN LUIS Actualizado: Guardar
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Alberto Contador llegó a la meta envuelto en un mar de sudor y se fue directamente a su hotel. Estaba contento con la contrarreloj que había realizado. Fue decimotercero, a 57 segundos del canadiense Svein Tuft. Un resultado que valoraba en vista del estado de forma por el que atraviesa. «Estoy con más peso que el año pasado por estas fechas y una contrarreloj de este tipo me permite trabajar especifícamente esta disciplina, algo que en plena temporada no puedes hacer», comentaba.

«Voy cubriendo kilómetros de calidad. No es lo mismo competir que entrenar y todo este trabajo me va a servir para el futuro», explicaba un Contador castigado por el sol que volvió a soportar temperaturas cercanas a los cuarenta grados. «Está claro que no estoy en unas condiciones ideales y que hay gente que está más preparada que yo, pero estoy contento. Quedan dos llegadas en alto y serán otros corredores los que tengan que coger la responsabilidad. Ya veremos sí somos capaces de intentar algo», añadió.

No falló ninguno de los favoritos en la contrareloj de la Vuelta a San Luis. La etapa, sobre 19,2 kilómetros, la ganó el canadiense Svein Tuft, medalla de bronce en el Campeonato del Mundo de contrarreloj que se disputó en Varese (Italia), un buen especialista, que rodó a una media horaria de 51,814 kilómetros por hora.

Sacó siete segundos al argentino Leandro Messineo, toda una sorpresa, y once al nuevo líder, el polaco Michal Kwiatkowski, que corrió en el Caja Rural de aficionados, para fichar luego por el RadioShack y acabar finalmente en el Omega, donde cumple su segunda temporada. «Me marché al Omega porque es un equipo que cuida muchos las clásicas y a mí me gustan esas carreras», manifestó en la rueda de prensa.

Tiene 22 años, perdió la vuelta a su país, Polonia, el año pasado por las bonificaciones, habla muy bien castellano y en el Omega piensan que es un corredor de futuro. «Terminé la etapa del miércoles cansado. Ayer por la mañana ví el recorrido y me gustó. No me funcionó la radio durante la etapa y tuve que guiarme por mis sensaciones, sin conocer ninguna referencia. Sabía lo que tenía que hacer, sufrir en la parte que picaba hacia arriba y aguantar en la zona más llana», explicó.

Es la primera vez que se ve como líder en una prueba con montaña: «No sé como voy a afrontar las etapas que quedan. Es la primera vez que me veo en una situación así».

Eloy Teruel y Jonathan Castroviejo (Movistar) hicieron una buena crono. Era totalmente plana y se podía rodar muy rápido.

El líder, con ese apellido impronunciable, dijo: «Contador se moverá y eso puede cambiar la situación de la general. Estoy bien de forma. He bajado peso para subir mejor. Peso cinco kilos menos que hace dos años. He trabajado específicamente las subidas para mejorar en ellas y parece que me está dando resultado».

Citó a Van Garderen y Van den Broeck: «Son mis principales rivales, sin descartar a Nibali y Contador. Todavía puede pasar de todo. Sé que peso tengo que mantener para poder subir y ahora estoy en él».

Con dos llegadas en alto, no parece que haya ningún corredor que pueda eliminar a Michal Kwiatkowski, al que le basta con administrar los 23 segundos que le lleva a Van Garderen y 42 a Cab den Broeck.

El manchego Jesús Herrada es décimo en la general después de finalizar la contrarreloj a 1:11 del ganador de la etapa.