Hungría, primera prueba de fuego para España

El Mundial ha entrado en su fase decisiva para España. Con el pase a octavos de final bajo el brazo no hay que olvidar que en el Grupo C, con el que se cruzará el Grupo D de España, están selecciones de la categoría de Eslovenia, una de las revelaciones hasta ahora del torneo, Polonia, con un gran potencial, Serbia, actual subcampeona de Europa, y Bielorrusia, quizás la más floja de las cuatro que en principio parecen destinadas a pasar la ronda preliminar. Por ello, a España no le vale con pasar a la siguiente fase, sino que debe, en la medida de lo posible, luchar por el liderato del grupo para conseguir un asequible cruce en la siguiente ronda.

Y para ello debe ganar este jueves a Hungría (19.00 h. Teledeporte). La selección magiar ha despertado en los últimos compromisos internacionales. Ha iniciado el camino para recuperar el potencial de tiempos pasados y la crisis no parece haber hecho mella en el balonmano húngaro. Además, cuenta con el regreso estelar de Lazslo Nagy, el mejor jugador de 2011, cuyo concurso les permitió alcanzar el cuarto puesto en los pasados Juegos Olímpicos.

Basado en jugadores de los dos principales clubes de Hungría, el Vezsprem y el Pick Szeged, la selección que dirige Lajos Mocsai posee un amplio repertorio de recursos gracias a la polivalencia de muchos de sus jugadores, aunque quizás su punto débil esté en la defensa, donde algunas bajas les hacen ser más vulnerables. Su sistema táctico suele ser el 6-0, aunque no descarta el 5-1 para situaciones de superioridad. Cuenta con hombres muy habilidosos, técnicos y capaces de elaborarse individualmente las jugadas, como pueden ser Csaszar y Lekai. Además, tienen un pivote, Zubai, que ha ganado en protagonismo con la presencia de Nagy, que es el auténtico motor y líder de la selección magiar.

Hungría pondrá a prueba el estilo de juego de la selección de Valero Rivera. Los 'Hispanos' tendrán que dar el do de pecho para doblegar a unos magiares que sin lugar a dudas han salido tocados tras la contundente derrota que les infligió Croacia el pasado martes. Los croatas basaron todo su juego en una impenetrable defensa y esta es quizás la línea que mejor funciona del conjunto español. Virán, Guardiola, Cañellas y Maqueda forman una barrera muy complicada para el resto de los rivales por su envergadura y potencia. La vigilancia sobre el pivote y sobre el juego de Laszlo Nagy será una de las claves del partido. Quizás opte Valero Rivera por la defensa individual sobre el exazulgrana, lo que dejaría coja a la selección magiar, pero también abriría más espacios a los habilidosos jugadores húngaros. Pero quizás sea en ataque donde España tiene que demostrar que puede luchar por las medallas. Hasta la fecha, el equipo ha funcionado, siempre ante rivales de menor entidad, con Alberto Entrerríos y Maqueda en los laterales, mientras sus relevos naturales, Antonio García y Montoro, no habían conseguido las mismas prestaciones. Sin duda, ahora es el momento de demostrar que la convocatoria de Valero Rivera fue la acertada. En cualquier caso, y comprobado el enorme nivel de Croacia, se hace más imprescindible que nunca derrotar a Hungría para después jugarse el sábado el primer o segundo lugar del grupo ante Croacia.