CUMBRE DEL CLIMA EN QATAR

Prórroga hasta 2020 para un Kioto anémico

Las partes reunidas en Doha alcanzan un acuerdo de mínimos tras una intensa negociación | Rusia, Japón y Canadá, entre otros, rechazan el nuevo compromiso con lo que los participantes suponen apenas el 15% de las emisiones de CO2 globales

DOHA Actualizado: Guardar
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El Protocolo de Kioto se prorroga hasta 2020, pero con menos firmantes. Ese es el acuerdo de mínimos alcanzado en la cumbre de Doha (Catar): un Kioto anémico para evitar un fracaso absoluto. La conferencia tenía por objetivo dar nacimiento a partir del 1 de enero de 2013 al segundo periodo del Protocolo de Kioto, única herramienta que compromete a los países industrializados a reducir los gases de efecto invernadero. Sin embargo, su alcance es en realidad simbólico después de que Japón, Rusia y Canadá se retiraran del acuerdo. De esta forma los compromisos solo afectan principalmente a la UE y Australia, que apenas representan el 15% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Sin embargo, los países en desarrollo insisten en mantener vivo este instrumento legal, que obliga a los países del norte a actuar, en nombre de «su responsabilidad histórica» en el cambio climático.

Catar, que albergó las negociaciones de la ONU sobre la lucha contra el cambio climático, había propuesto un texto de compromiso para tratar de evitar un fracaso. Los delegados llevaron a cabo consultas toda la noche para intentar desbloquear, en vano, algunos temas muy delicados, entre ellos el de la ayuda financiera reclamada por los países del sur para hacer frente a los efectos del calentamiento global. Los países del sur habían pedido 60.000 millones de dólares de aquí a 2015 para hacer la transición entre la ayuda de emergencia de 30.000 millones de dólares, acordados para el período 2010-2012, y la promesa de 100.000 millones por año de aquí a 2020. Los principales países donantes se habían negado a comprometerse a entregar semejante suma.

La delegación de Estados Unidos afirmó «no aceptar» algunos puntos de los textos. También Rusia denunció lo que consideró un procedimiento forzado. «Es algo sin precedentes», denunció el delegado ruso después de que el presidente de la conferencia de la ONU, el viceprimer ministro catarí Abdalá al Attiya, anunciara como adoptados, a toda velocidad, una serie de textos.

España, satisfecha

Por su parte, España calificó de «positivos» los acuerdos alcanzados en la cumbre de Doha. Según un comunicado de la secretaría de Estado de Medio Ambiente, el documento sientan las «bases» de una acción contra el cambio climático «más fuerte y ambiciosa» en el corto plazo. La delegación española asegura que «se que ha cumplido» el objetivo de alcanzar un acuerdo internacional jurídicamente vinculante en 2015, y avanzar hacia reducciones de emisiones más ambiciosas en el corto plazo. «A partir de ahora podemos continuar las negociaciones para conseguir un nuevo sistema internacional en el que todos los países participen», explicaron en el comunicado.

Estas últimas semanas, los informes y estudios dieron la alarma sobre la realidad del cambio climático y el hecho que los esfuerzos realizados están lejos de poder frenarlos ya que revertirlos parece difícil. La temperatura global del planeta subirá de 3°C a 5°C y no 2°C, el umbral más allá del cual el sistema climático se haría incontrolable. Desde 1995, la comunidad internacional se reúne cada año en complejas y difíciles negociaciones dirigidas por la ONU para intentar aumentar y distribuir equitativamente las reducciones de GEI. La próxima gran cita es la de 2015 en París para lograr un acuerdo «universal» sobre las reducciones de GEI que implique a todos los países, incluidos a los dos grandes contaminantes del planeta, China y Estados Unidos, con medidas que deberían entrar en vigor en 2020.