Juan Carlos Calderón. / Archivo
ENTREVISTA

Calderón: «La música baila en mi cabeza todo el día»

Compositor, productor, intérprete y arreglista, el santanderino Juan Carlos Calderón recibió en 2010 el Premio de Honor que le concedió la Academia de las Artes y las Ciencias de la Música

SANTANDER Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Compositor, productor, intérprete y arreglista, el santanderino Juan Carlos Calderón recibió en 2010 el Premio de Honor que le concedió la Academia de las Artes y las Ciencias de la Música por ser «una de las glorias vivas de la música española». Desde los años ochenta, el músico repartía su tiempo entre Madrid y Los Ángeles, «a donde voy a grabar», decía, aunque le gustaba Santander «para pasear». Después de más de cuatro décadas de trabajo, afirmaba que su ilusión seguía intacta y mantenía «la misma alma, la misma ilusión por la vida». Esta entrevista se realizó con motivo del galardón.

- ¿Qué queda de aquel veinteañero que ponía copas y tocaba el piano en el 'Drink Club' del Río de la Pila?

- Queda la misma alma, la misma ilusión por la vida, una ilusión sin límites. Queda el núcleo de Juan Carlos Calderón. Fue mi primera andadura que me dio el espaldarazo para venir a Madrid. Era un lugar muy elitista aquel club, pero en el buen sentido. Me queda ese elitismo de aquel club.

-Cuando mira hacia atrás, ¿Cómo ve el paso del tiempo?

- El tiempo ha pasado rapidísimo. Nostalgia no siento, nunca. El paso del tiempo no lo he notado pero me doy cuenta de que ha pasado muy rápido.

- Y mirando hacia el futuro, ¿Qué le queda aún por hacer a Juan Carlos Calderón en el mundo de la música?

- Seguir como hasta ahora. Me queda crear un disco pensando en mí. He hecho muchas cosas pero para otros. Mi disco, en el que empezaré a trabajar cuando termine lo que tengo entre manos, se llamará 'Así en casa' y será instrumental. Lo haré en casa, con un ingeniero de sonido a mi lado con los pianos. Después iré a Los Ángeles para trabajar con un bajo eléctrico, batería y guitarra. Serán temas nuevos y también viejos tratados de forma jazzística. Esta experiencia la he hecho ya anteriormente. Hasta ahora sólo lo tengo pensado, no he compuesto nada.

- ¿Qué es la música para usted?

- Como dijo uno de los mejores bajos de la historia 'Yo soy la música'. Soy persona, pero soy la música.

-En su página web señala que para usted hacer música «debe ser un acto reflejo, o tal vez que lo hago para vosotros». ¿Qué le ha dado y que le ha 'quitado' la música?

- Me ha dado muchísimo. No podría haber sido más que música. Me ha quitado mucho tiempo de ocio. Sin embargo, me ha dado lo que soy. Me ha quitado momentos para hacer otras cosas. Me ha quitado mucho tiempo, no sólo el tiempo físico sino que todo el día la música 'baila' en mi cabeza.

- ¿De todas las facetas de su carrera, con cual de ellas se siente más satisfecho?

- De todas. Aunque hago poco, el jazz es mi vida. La música pop también sigue siendo muy importante. Si me preguntas qué disco quiero escuchar, elegiría siempre jazz o algo derivado del jazz. Música clásica lo escucho poco. Soy desagradecido porque ahí es donde empecé y se lo debo.

- Ha trabajado con un gran número de intérpretes. ¿Con quien de ellos le ha resultado más fácil trabajar? ¿Y más complicado?

- No lo tengo muy claro. Todos son fáciles. Muchas veces te da más satisfacciones uno de poca categoría, alguien que está empezando más que una persona que está en la cúspide. Da más satisfacción una persona que empieza. El que está en la cumbre se vuelve escéptico con todo, pierde la dirección, el tacto con la música.

- Su carrera está jalonada de premios tanto nacionales como internacionales. Cinco Grammy, 5 premios Ascap's de Estados Unidos y 3 premios de música de la SGAE, entre otros. ¿De cual de ellos guarda un mejor recuerdo?

- De los internacionales, el primer Grammy y el Ascap que me concedieron por 'Eres tú'. A los premios que me han dado en España les doy más valor porque me los han dado en casa. Yo siempre he sido reconocido en casa, en España. Para mí éstos son unos premios que tienen el calor de ser un premio que te dan en tu país, tienen más calidez. Nunca me acuerdo de mi curriculum ni de todos esos detalles.

- La Academia de la Música le califica como «una de las glorias vivas de la música española». ¿Comparte esa definición?

- Soy uno de los pocos que sigue trabajando después de tantos años. El tiempo no pasa en balde y yo trabajo igual. Soy una gloria muy viva. Ahora tengo dos discos entre manos, uno en Estados Unidos y otro en México. Rindo más que antes. La maestría de los años te hace ser más hábil. La inspiración es como un músculo que hay que ejercitar. Cada vez que intento hacer una canción nueva, me cuesta, pero yo ejercito la inspiración.

-Cuando se hecha un vistazo a su carrera discográfica 'asusta' un poco comprobar que tiene en su haber más de ochenta discos. ¿Es posible seguir creando y siendo original después de tanto tiempo?

- Últimamente he visto mi curriculum y es como una losa que pesa mucho. Me asusta mucho la cantidad de cosas que he hecho. Pensar que he hecho música para películas, música sinfónica, jazz, flamenco-jazz. fusión, pop... Es como una losa. Ahora me veo encorvado y ya sé porque es.

- ¿En qué trabaja en la actualidad? ¿Tiene algún proyecto en España?

- Ahora estoy trabajando con Luis Miguel como autor de varias canciones. En México estoy trabajando con Marco Antonio Solis que es muy grande en ese país donde está considerado el artista de la década, aunque aquí no es conocido. Después de terminar este trabajo empezaré con mi disco. Ahora, con la globalización, no es necesario moverse tanto y puedes hasta dirigir una orquesta a distancia. Adoro la ciudad de Los Ángeles, pero es el viaje más largo de mi vida y al hacerlo, cada vez que viajo hasta allí, parece que 'se te cruza la mente'.

-¿La música le deja tiempo para dedicarse a alguna afición?

- Cuando estudiaba Derecho ponía discos de jazz de vinilo ocho horas al día. Pero al ser mi profesión la música,pasó a ocupar todo mi tiempo. No tengo aficiones, lo único que me gusta es pasear, estar solo y encontrarme a mí mismo. No me gustan la caza y la pesca porque son una crueldad. Tampoco me gusta viajar.

-En un momento de su carrera eligió Los Ángeles como lugar de residencia. ¿Ha pensado en regresar a España o a Santander?

- Cuando fui a Los Ángeles era el año 1981. Eran los años de los Bee Gees y de Simon y Garfunkel. Era el sonido californiano. Lo que más me gustaba era la música que se hacia en Los Ángeles, no en Londres. Me gustaba el sonido que se hacia allí. Durante veinte años estuve seis meses en Los Ángeles y seis meses en España, pero ahora vivo en Madrid. Me fui en un momento en el que conocí a los mejores. Pero era una vida que no me iba. Sólo estuve allí para grabar y trabajar. Santander me encanta pero desde que han puesto los límites de velocidad, conduces más mirando el cuentakilómetros que a la carretera. Hace unos años compré una casa en Soto Iruz, un casa de indiano y me gusta ir. Santander es una ciudad muy cómoda, me gusta pasear allí, pero no me gusta como ciudad para vivir. Te limita mucho para un trabajo como el mío. Vivo en Madrid y a Los Ángeles voy a trabajar. Iré a Santander después de recibir el premio.

- Una de sus nietas está tomando el relevo en el mundo de la música. ¿Le da a ella algún consejo?

- Mi nieta toca mejor que yo el piano. Va a ser concertista. Yo estudie música pero para tocar jazz. Además también mi hijo Jacobo se dedica a la música. Es productor para España y en España.