Dolor en femenino

Cada uno de nosotros sabe lo que es el dolor: mal que nos pese, es un aprendizaje que iniciamos desde el nacimiento. Sabemos, así, que hay un dolor agudo, consecuencia inmediata de algo que nos ocurre en un momento puntual, desde un flemón a una fractura. Pero hay otro tipo mucho más insidioso, tenaz, incapacitante: el crónico, que acompaña a muchas patologías hasta terminar convirtiéndose en una enfermedad en sí misma. Y esta clase no nos afecta a hombres y mujeres por igual. No es solo que muchas enfermedades crónicas caracterizadas por ir acompañadas de dolor sean más frecuentes en ellas, sino que, además, su misma percepción parece tener en nosotras más intensidad.

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