ALERTA EN EL SUR DEL PAÍS

'Isaac' pierde fuerza y se transforma en tormenta tropical

Las lluvias torrenciales han ocasionado graves inundaciones en Luisiana y Misisipi

MADRID Actualizado: Guardar
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El huracán 'Isaac' ha perdido intensidad y se ha transformado en tormenta tropical, y aunque sus vientos máximos sostenidos se han reducido a 110 kilómetros por hora genera torrenciales lluvias en Luisiana y Misisipi que han ocasionado inundaciones graves.

"Isaac' se ha debilitado a tormenta tropical, todavía pueden ocurrir peligros de marejada ciclónica y amenazas de inundaciones por las intensas lluvias", ha alertado el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de EE UU en su boletín de las 18.00 GMT. Los meteorólogos pronostican que el sistema tropical continuará debilitándose durante las próximas 48 horas mientras se desplaza sobre tierra.

El centro de 'Isaac' se encontraba a 80 kilómetros al oeste-suroeste de Nueva Orleans y a 90 kilómetros al sur-sureste de Baton Rouge, en Luisiana. Sigue moviéndose lentamente a nueve kilómetros por hora hacia el noroeste y se espera que gire hacia el norte-noroeste el jueves, y en esta trayectoria se adentrará aún más en Luisiana hoy y mañana para luego proseguir hacia el sur de Arkansas el viernes. Se mantiene vigente un aviso de tormenta tropical para Luisiana y la frontera entre Alabama y Florida. El CNH ha destacado que aunque 'Isaac' ya no es un huracán, las personas deben mantenerse atentas a su paso por las graves condiciones del clima que está generando al desplazarse muy lentamente.

Intensas lluvias

Mientras un huracán o una tormenta se mueve a menor velocidad, mayor cantidad de lluvia arroja a su paso, ha dicho el meteorólogo del CNH Lixion Avila. "La lluvia está relacionada con la velocidad en que se mueve el sistema tropical, y se desplaza muy lento a nueve kilómetros por hora. Cuando se mantiene en un lugar, más lluvia cae en ese sitio", ha precisado.

'Isaac', que tocó tierra el martes por la noche en el sureste de Nueva Orleans como huracán categoría 1, está generando intensas lluvias sobre el sureste de Luisiana y el sur de Misisipi que ya han ocasionado inundaciones. La fuerte marejada ciclónica impulsada por los vientos puede elevar el nivel del agua hasta un máximo de tres metros en Misisipi y el sureste de Luisiana, según las proyecciones del CNH.

"Ellos están recibiendo lo peor del sistema tropical: mucha lluvia, ráfagas fuertes de viento y las costas marejadas fuertes también. Cuando esto pase, posiblemente en uno o dos días, probablemente haya muchos daños", ha previsado Avila.

La pesadilla del 'Katrina'

La llegada de 'Isaac' a la costa de Luisiana se produce mientras EE UU recuerda el séptimo aniversario del huracán 'Katrina', que destrozó la ciudad de Nueva Orleans y causó 1.800 muertos. En Nueva Orleans, en estado de emergencia y mucho mejor preparada que entonces, no hay tiempo para conmemoraciones, y si bien la intensidad de 'Isaac' no es comparable con la de 'Katrina', es inevitable pensar en la fatal coincidencia de que otro huracán amenace la ciudad siete años después.

Los homenajes a las víctimas del 'Katrina' han sido hoy mayoritariamente virtuales y se han concentrado en redes sociales como Twitter. En los escasos ciento cuarenta caracteres que permite Twitter, se podían leer mensajes como el de @tracysolomon: "Mi corazón está con las familias y seres queridos en Nueva Orleans que están reviviendo los recuerdos del 'Katrina'". El 29 de agosto de 2005, el ojo del huracán 'Katrina' tocó tierra cerca de la desembocadura del río Misisipi, en el Golfo de México, con vientos de unos 200 kilómetros por hora.

Aunque para entonces era un huracán de categoría 3 (en la escala Saffir-Simpson de 1 a 5), las crecidas que provocó en el lago Pontchartrain y las tierras bajas del delta del Misisipi causaron una inundación masiva y uno de los peores desastres en la historia de Estados Unidos. La destrucción que causó fue valorada en unos 80.000 millones de dólares y por ello se convirtió en el desastre natural más perjudicial de la historia estadounidenses.

La falta de respuesta unificada por parte de las autoridades federales y estatales agravó aún más la situación por la ausencia de evaluación previa y el retraso en el envío de la ayuda, lo que dejó la ciudad totalmente colapsada y abandonada a su suerte durante varios días. "La mayor lección que hemos aprendido es que tenemos que trabajar juntos como un equipo al nivel estatal y federal", señalaba esta semana el director de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA), Craig Fugate.

Así, el alcalde de Nueva Orleans, Mitch Landrieu, declaró ya el pasado domingo el estado de emergencia y el centro de operaciones de alerta y socorro de la ciudad está operativo las 24 horas, con los organismos municipales de seguridad trabajando a su máxima capacidad. "Estamos mucho mejor preparados y capacitados que nunca", aseguró Landrieu, quien pidió a los ciudadanos que se queden en sus casas hasta que pase el nuevo temporal, que se espera que deje fuertes lluvias de entre 25 y 40 centímetros.

Los problemas con los diques

Uno de los peores problemas que afectó a Nueva Orleans con el 'Katrina' fue que los diques que contienen el lago Pontchartrain y del Delta del Misisipi se derrumbaron y las aguas inundaron el 80% de la capital, causando daños en 180.000 viviendas. En estos siete años, el Gobierno federal ha invertido 14.500 millones de dólares en proteger la ciudad, principalmente para reforzar los diques y mejorar los sistemas de drenaje y evacuación de agua, según explicó el experto medioambiental del Times-Picayune, Mark Schleifstein, a la cadena nacional de radio NPR.

El impacto del 'Katrina' también afectó a la población de la famosa ciudad del sur de Estados Unidos, de la que salieron cerca de la mitad de sus 455.000 habitantes, aunque en el último informe de la Oficina del Censo nacional, con datos de 2010, ya ascendía a 343.000 habitantes. Schleifstein, residente en Nueva Orleans, asegura que la ciudad se recupera aunque "depende de qué parte veas". "En la parte oeste, con más posibles, se recuperó rápido".

Sin embargo, en el este, "donde la media de ingresos es baja y los residentes tuvieron más dificultades para volver inmediatamente después del Katrina para restaurar sus casas, ha sido menor". "Todavía queda trabajo por hacer", ha asegurado.