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«Siria vive bajo el terror de Estado, no una guerra civil»

«Esperamos más hechos y menos palabrería de la comunidad internacional», dice el escritor Khaled Khalifa, autor del ‘Elogio del odio’, un fresco de la dolorosa historia reciente del país árabe

MADRID Actualizado: Guardar
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«Siria está sometida por el terror de Estado, pero no vive una guerra civil». Lo dice Khaled Khalifa (Alepo, 1962), escritor y guionista que publica en español ‘Elogio del odio’ (Lumen). A través de una saga familiar traza un estremecedor fresco de las tres últimas décadas del castigado país, sometido al régimen de Al-Asad y en el que cada día los muertos se cuentan por decenas. Khalifa, a quien la policía del régimen acaba de hacer añicos su brazo izquierdo por protestar en las calles de Damasco tras el funeral de un amigo, sigue creyendo que en medio de ese infierno de represión y muerte aún está el paraíso. Censurado en su país, editado con éxito en el mundo occidental, elogiado por el ‘New York Times’, se niega a abandonar un país que se desangra y que pierde su talento más pujante en un gotero de muerte, exilio, tortura y asesinatos.

No se deja amilanar por el terror y cree que tras la oscuridad del régimen –«el verdadero verdugo del pueblo sirio»– brillará la luz de la democracia. Sabe que «la pesadilla no se terminará de hoy para mañana», explica que «el pueblo sirio ha soportado un sufrimiento inimaginable» y que «necesita pasar página y mirar hacia el futuro». «Ha sido el pueblo, no las élites, el que ha hecho la revolución y cosecharas su frutos, aunque esté siendo masacrado».

No ahorra críticas a la comunidad internacional, en especial a Europa. Reclama «más hechos, más acción directa y menos palabrería». «Y no hablo de una intervención militar como la de Libia, pero sí de denuncias claras de la barbarie. De acciones concretas que permitan salvar la vida de los niños heridos que no tienen medicinas, de evitar que la gente muera bajo las bombas del sistema mientras entierran a sus familiares, que a su vez asesinados en los bombardeos». «Que nadie presuma de lo que no puede ni va hacer para ayudara a Siria», se duele el escritor. «Siria es la vergüenza de los europeos, porque ningún alegato puede justificar su lamentable postura», denuncia Khalifa. Le duele que año y medio y miles de muertos después «se empiece a dar algún paso». «Si las denuncias se hubieran producido desde el primer día quizá la masacre se habrá parado», apunta el escritor en tono suave. La única solución está en «la democracia y la libertad», insiste.

Es optimista respecto de los cambios que ha traído una primavera árabe que en Siria está lejos de florecer. La llegada al poder de los hermanos musulmanes en Egipto no le parece «un retroceso, ni mucho menos». «Han dejado de ser víctimas y eso es positivo», asegura. «Es un primer paso hacia la democracia, el principio de una esperanzadora transición que deja atrás un pasado muy oscuro y plantea muchos desafíos».

Censura

Además de sufrir la brutalidad policial, Khalifa es víctima de la censura, que le impide publicar en Siria un relato que detalla los brutales métodos de tortura, represión y sometimiento. Aún así no piensa abandonar un país que para él sigue siendo mágico. «No podría vivir lejos de Siria», insiste Khalifa, que tiene abierto un frente de resistencia contra la dictadura desde de la revista ‘Aleph’, también sumida en la batalla con la censura. «El precio que yo he pagado es ridículo comparado con el que paga el pueblo sirio», dice.

Sirviéndose de voces femeninas, ‘Elogio del odio’ retratara el terror y las injusticias que someten a su pueblo y recrea los trágicos acontecimientos de la lucha política entre el gobierno y los radicales islamistas en los ochenta, confrontación que se cobró la vida de diez mil personas. La narradora es una mujer cuyo nombre no conocerá el lector y que verá como su tragedia familiar y personal discurre en paralelo a la de su país. Tras ser encarcelada y torturada «elogiará el odio desde lo más hondo de su alma». «Es parte de lo que viví en mi juventud en Alepo», dice el escritor de una dura experiencia en la que destaca «unas masacres vergonzantes que por primera vez cruzaron la línea roja y que el régimen quiso ocultar para siempre».

Admite Khalifa que su ‘Elogio del odio’ rezuma amor, «que no es necesariamente el antídoto del odio», pero que «quizá contribuye a acabar con el imperio del terror muerte, desolación y sufrimiento». «El amor es a menudo mucho más sencillo de lo que pensamos», concluye Khalifa. «Solo el amor podrá salvarnos», asegura un personaje de la novela. El escritor sabe que «el perdón es un valor supremo» y le gustaría «recuperar ese sentimiento de sufrimiento del amor, no en términos masoquistas, sino desde el puro y más sincero sentimiento».

Miembro de una familia de doce hermanos, dice que esta es la menos biográfica de sus novelas, aunque algo hay de unas tías y hermanas «que viven atenazadas por la angustia pero aferradas con fuerza a la vida». Un afán de supervivencia que simboliza en el nacimiento de un bebé en una prisión «para demostrar que la vida se impone al terror y la muerte». «La vida nos da excelente oportunidades de mofarnos de nuestros enemigos cuando conseguimos escapar de ellos con vida», apunta la narradora.