El PSOE plantea un mecanismo para atender al 'diputado 351'

El PSOE ha puesto negro sobre blanco una idea que maneja desde hace tiempo para mejorar la participación ciudadana en la vida política, que consiste en dar voz directa a los ciudadanos a través de una renovada Comisión de Peticiones del Congreso, una práctica que los socialistas llaman el 'diputado 351'.

Se trata de una proposición de ley con la que el PSOE pretende modificar el Reglamento de la Cámara a fin de habilitar un novedoso mecanismo que permita a los particulares defender personalmente sus demandas en sede parlamentaria, acogiéndose al derecho de participar en los asuntos públicos recogido en el artículo 23 de la Constitución.

Con la actual normativa, los requerimientos de los ciudadanos se canalizan exclusivamente bien a través de iniciativas legislativas populares, que requieren al menos 500.000 firmas, o de forma particular, remitiendo sus demandas a la Comisión de Peticiones.

La única comunicación entre los interesados y esta comisión es de carácter epistolar, pero el PSOE pretende que se permita a los ciudadanos, y también a asociaciones y entidades ciudadanas, exponer directamente sus inquietudes en trámite de "audiencia especial".

Más de 15.000 peticiones tramitadas

Desde que funciona la Comisión de Peticiones, al inicio de la democracia, el Congreso ha tramitado más de 15.000 peticiones ciudadanas, relativas a problemas económicos, con la Justicia, derivados de la atención recibida de las administraciones y también muchos procedentes de reclusos, entre otras.

En la exposición de motivos de su iniciativa, el grupo socialista defiende que "una mayor participación política directa de la ciudadanía redundaría en la aproximación de la sociedad a las instituciones democráticas y al sistema constitucional". Y para ello sostiene que la reforma que propone, cambiando el Reglamento, permitiría convertir la Comisión de Peticiones "en una sede idónea para articular la participación directa de la ciudadanía en los procedimientos parlamentarios".

La fórmula adecuada, según los socialistas, sería crear una Comisión Permanente de Peticiones y Participación Ciudadana. Su novedad respecto al funcionamiento de la actual es que se le reconocería expresamente la posibilidad de convocar en "audiencia especial" a los autores de peticiones para informen sobre su contenido. Además podrían celebrar sesiones específicas para que los promotores de iniciativas ciudadanas, así como asociaciones, organizaciones y particulares puedan participar en debates que a juicio de la comisión resulten de interés. Y se permitiría a las Mesas de las comisiones y ponencias legislativas solicitar la celebración de estas comparecencias. El nuevo órgano parlamentario cuya creación propone el PSOE estará facultado para adoptar resoluciones, elevarlas al pleno y publicar una memoria anual de rendición de cuentas.

Una vez superado el trámite de audiencia especial y examinadas las correspondientes peticiones, podrán ser remitidas, tal y como ocurre ahora con la actual comisión, al Defensor del Pueblo, a la comisión parlamentaria competente o a organismos públicos. Pero la propuesta socialista añade que también se podrán enviar a los grupos parlamentarios, para que puedan formular iniciativas parlamentarias, al Gobierno o los ministerios "exigiendo, en su caso, explicaciones sobre el contenido de la petición", y también a los órganos constitucionales del Estado.