Garrone decepciona con una conformista fábula

Se esperaba con ansiedad este viernes en Cannes saber que había hecho el italiano Matteo Garrone cuatro años después de 'Gomorra'. Pero pese a los aplausos (de cortesía) tras la primera proyección, la película ha decepcionado mucho. 'Reality' se sitúa en Nápoles y cuenta la historia de un padre de familia, que trabaja en un mercado y que anima bodas disfrazado de travesti, al que sus hijos convencen para que se presente a un casting de 'Gran hermano', el famoso programa de telerrealidad que está busca a nuevas personas que quieren entrar en la casa. Acude a regañadientes y es preseleccionado entre muchos otros aspirantes de toda Italia. Sin embargo, tras una nueva prueba en Roma, será eliminado. Pero cuando, con el programa ya en marcha, se entera de que se van a elegir dos nuevos concursantes, renacen en él las esperanzas. Y decidirá acudir por su cuenta e introducirse en la casa. La historia se basa en un hecho real.

"No me interesaba hacer ninguna denuncia de 'Gran Hermano'. Simplemente he buscado cambiar de tono, con respecto a 'Gomorra' y hacer una película de personajes. Nunca ha sido mi intención hacer una denuncia de la televisón", se justificó Garrone, que para la película ha contado con actores desconocidos en España y surgidos del teatro: Aniello Arena, Loredana Simioli y Nando Paone. "Después de hacer Gomorra, buscaba un tema que estuviese a la altura, que representase, por lo menos, la misma fuerza, que fuese, por lo menos, igual de sorprendente, y por lo menos igual de sólido. Poco a poco, me fui dando cuenta de que no iba a ninguna parte. Entonces me enteré de la historia que sucedió en Nápoles y en la cual se basa 'Reality'. Era una pequeña historia y con mis guionistas empezamos a darle forma de cuento", explicó el cineasta, que mostró su visión de la telerrealidad en su país: "Los programas de televisión evolucionan muy poco en Italia. Nosotros queríamos presentar la televisión como 'El Dorado', como una especie de paraíso terrenal. Venden la ilusión de poder cambiar la propia vida, y muchas personas consideran que la telerrealidad podrá cambiar su destino".

Garrone no ha sabido contestar si este tipo de programas televisivos está reemplazando a la religión en la conciencia de la gente, asegurando que lo que muestra en 'Reality' es "un viaje a través de un personaje, que pierde su identidad y camina hacia la locura. Quisimos darle un aspecto de fábula jugando con la luz y la música. La frontera entre la realidad y el sueño es muy sutil en la película. De todos modos, prestamos mucha atención para no olvidar la línea directriz de la historia. El gran desafío de esta película es encontrar el vínculo entre el sueño y la realidad", afirmó el cineasta.

Turismo sexual en Kenia

Si hubiese adaptado 'Don Quijote' a la realidad de 'Gran Hermano', Garrone habría logrado hacer una gran película. Pero su problema es que no se atreve a dar el paso, se queda en una historia amable, acomodaticia, en donde lo mejor son las peculiares gentes de Nápoles, con un cierto aire 'felliniano', pero que no critica en absoluto este tipo de telebasura. Y eso que mostrar a un padre de familia abducido por 'Gran Hermano' parecía pedir a gritos una mirada crítica. En la producción ha entrado la RAI (la televisión estatal italiana) pero la película podría haber estado subvencionada por los canales de Berlusconi, que emiten 'Gran Hermano' en Italia, sin el menor problema.

Tampoco ha dejado un buen sabor de boca 'Paradise Love', segunda entrega de una trilogía del austriaco Ulrich Seidi, sobre un grupo de mujeres cincuentonas, con bastantes kilos de más, que deciden irse de turismo sexual a Kenia. Es una historia bronca, dura y muy áspera, que lleva a uno a preguntarse qué está sucediendo en un país tan potente y sin crisis económica como Austria, para que algunas mujeres necesiten encontrar sexo gratis entre la pobreza del tercer mundo.

La sección 'Un certain regard', la segunda en importancia del Festival de Cannes, se ha abierto con 'Misterio', una película China de Lou Ye, el director de 'Una mujer china'. La película, situada en la China de hoy, muestra la evolución vivida por aquella sociedad a través de una intriga que se desarrolla a través de cuatro personajes: Una mujer llama a una amiga para constatar como su marido la engaña: ambas ven al hombre entrar y salir al rato, de un hotel, con una jovencita. La esposa del hombre seguirá a la chica cuando se queda sola, que huye por el monte para morir atropellada cuando intenta cruzar una autopista. El filme seguirá a la mujer, a la amiga, al marido y al policía encargado del caso en lo que parece un complicado rompecabezas de difícil comprensión hasta que a la mitad del filme, una escena da las claves de muchas cosas. Si al principio el espectador puede pensar que no está entendiendo nada de esta trama, una vez desvelada una sorpresa argumental, todo encaja y resulta apasionante. Lou Ye es un cineasta influido por el 'thriller' estadounidense y también por el coreano, que rueda con planos cortos, cámara en mano y con un montaje muy rápido. Una película muy interesante para quién sea capaz de verla hasta el final.

Junto a tanto cine de autor, Hollywood ha presentado en Cannes 'Madagascar 3', nueva secuela de la película de animación sobre los animales del zoológico de Nueva York que huyeron a Madagascar, y que ahora están de vuelta. Una película divertida pero sin sorpresas, que será un éxito de taquilla este verano, destinada a hacer felices a los más pequeños de la casa. En España la veremos a partir del 3 de agosto.