Djokovic, la altura y el azul, enemigos de Nadal en Madrid

La 'era azul' del Masters 1.000 de Madrid llega, como era de esperar, envuelta en la polémica por el 'problemático' color de la pista y con un Rafa Nadal que aspira a mantener el buen juego mostrado en Barcelona y Montecarlo. Sea por la mejora de la visión de la bola, por el empeño de Tiriac, promotor y dueño del Masters madrileño, o por intereses comerciales, el caso es que por primera vez el principal torneo de tenis que se celebra en España se disputará sobre tierra batida azul, pese al rechazo de buena parte de los jugadores.

"He entrenado en ella y aunque la tierra me hubiera gustado y hubiese estado impecable, mi idea no cambia porque es un tema de concepto y del encuadre de este torneo. Creo que es un error, no por la organización, porque entiendo su idea y la valoro, sino que mi rechazo es hacia la ATP, que es la que permite que sea así", explicó Nadal. El tenista balear aseguró que pierde la bola de vista por culpa de la valla publicitaria, del mismo del color de la pista, y que la superficie "resbala más de lo habitual; no soy un técnico pero lo he notado y hay momentos en los que la pista está blanda".

Fuera de la polémica por el color de la arcilla madrileña, y de si es un avance o no como lo fue la instauración del 'tie-break', el cambio del blanco por el amarillo en las bolas o el 'ojo de halcón', en lo puramente deportivo el mejor deportista español de la historia es el principal candidato al título. Pese a que la altura de Madrid -más de 600 metros- propicia que la pelota viaje más rápido y 'pique' más, el juego arrollador mostrado este año en Montecarlo y Barcelona le otorga indiscutiblemente la vitola de favorito. Su primera piedra de toque será el ganador del Davydenko-Karlovic.

Además del finalista en la capital española desde que se cambió la pista dura por la tierra, y con la baja por lesión de Murray, Novak Djokovic, en primer lugar, y Roger Federer, en segundo, son los que cuentan con más papeletas para luchar con el manacorense por el trofeo de campeón. El serbio, que consiguió la victoria la campaña pasada, si quiere repetir el gran resultado del año pasado tendrá que doblegar en unas hipotéticas semifinales al suizo, campeón en el 2009. El número tres del mundo, sin hacer mucho ruido, confía en dar la sorpresa en el torneo sobre arcilla que mejor se adapta a sus condiciones.

En lo que respecta al resto de españoles, David Ferrer, quinto cabeza de serie, se enfrentaría en unos hipotéticos cuartos de final a Federer siempre y cuando gane en primera ronda al vencedor del Stepanek-Tomic. Por su parte, Feliciano debuta ante Melzer, Verdasco ante Istomin mientras que Almagro iniciará su andadura ante un jugador de la previa.