Imagen de algunos de los militantes del Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad. / Afp
ÁFRICA

Rebeldes tuaregs anuncian la independencia del norte de Malí

Piden a la comunicad internacional su reconocimiento y el respeto de las fronteras de los países vecinos

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El grupo independentista tuaregs Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad (MNLA) ha anunciado la "independencia del estado de Azawad", región del norte de Malí, y ha pedido a la comunicad internacional su reconocimiento.

En un comunicado firmado por el secretario general del grupo, Bilal Ag al Sharif, y difundido hoy en la página su página web, el MNLA insistió, también en el reconocimiento y el respeto de las fronteras de los países vecinos. Según Al Sharif, la decisión ha sido tomada después de contactos con los distintos órganos representativos del movimiento, que se levantó en armas contra el poder central de Bamako el pasado 17 de enero, para exigir la autodeterminación de un territorio de 850.000 kilómetros cuadrados.

Asimismo, en la nota, en la que reclaman su derecho a fundar un estado de acuerdo con las leyes internacionales, se comprometen a "trabajar para garantizar la seguridad y avanzar hacia la construcción de las instituciones para culminar con la redacción de una constitución democrática para un estado Azawad independiente". En la nota, la denominada comisión ejecutiva del MNLA insta además a la comunidad nacional "a reconocer, sin tardanza, Azawad como un estado independiente". Además explica que esta comisión ejecutiva se encargará de administrar los asuntos del nuevo estado hasta que se nombre una autoridad nacional azawad.

En declaraciones a la cadena de televisión France 24, Mossa Ag Attaher, portavoz del MNLA, ha dicho: "Esta noche se ha proclamado solemnemente la independencia del Azawad". "Nos acogemos al derecho a la autodeterminación" recogido en los tratados internacionales y "nos comprometemos a respetar todas las fronteras" que separan el Estado autoproclamado "de los países limítrofes". "Asumimos completamente el papel que nos incumbe para dar seguridad a esos territorios", ha añadido el portavoz. "Tenemos una cultura milenaria de tolerancia" de "no imponer a nadie ninguna religión (...) y vamos a seguir así". Hace dos días, el MNLA anunció el fin "unilateral de las operaciones militares", que entró en vigor ayer, después de que el Consejo de Seguridad de la ONU pidiera el fin de los ataques en el norte de Malí.

Rechazo internacional

En el exterior, la Comisión Europea ha defendido la integridad territorial de Malí, mientras Mauritania, Níger y Argelia, países limítrofes con Azawad, han convocado una reunión ministerial en Nuakchot para el próximo domingo. El resto de países vecinos de Malí (incluido Níger), como integrantes de la Comunidad Económica de Estados del África Occidental (CEDEAO), ya han mostrado su rechazo a la desintegración territorial. Asimismo, la CEDEAO ha impuesto un embargo a la junta para forzarla a restaurar totalmente el antiguo orden constitucional y ha decidido preparar una fuerza militar para una eventual intervención en Mali.

Pero, más allá de la condena de la división del país, la comunidad internacional no oculta su temor ante la degradación de la seguridad y la eventual extensión de la influencia del grupo terrorista Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), cuya actividad en Azawad ya era más que notable antes de la rebelión tuareg.

Aunque el MNLA siempre ha negado cualquier vinculación con Al-Qaida y asegura controlar las tres principales urbes de Azawad, se han multiplicado las informaciones que apuntan a una importante presencia de AQMI y del grupo islamista Ansar ad-Din (Ansar Dine) en la histórica ciudad de Tombuctú. Sin embargo, la escasa información y el silencio que mantienen estas dos últimas organizaciones dificultan conocer con exactitud la situación en el norte de Malí.

Argelia denunció ayer el secuestro de su cónsul en Gao y de otros seis trabajadores por un grupo de desconocidos, y hoy el Reino Unido ha anunciado la retirada provisional del personal de su embajada en Bamako debido a la inestabilidad que vive el país.

La rebelión tuareg se remonta a principios de la década de los años 90, y desde entonces se han producido varios rebrotes de esta crisis. Ésta amenaza ahora con una división del país ante la debilidad de la junta militar que gobierna Malí desde el pasado 22 de marzo y que parece incapaz de imponerse ante las críticas internas y las presiones exteriores que exigen el restablecimiento total del orden constitucional.