El escolta del Gescrap Bizkaia, Roger Grimau (d), entra a canasta ante la oposición de Carlos Suarez. / Efe
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El Madrid pierde el partido, el liderato y una racha de 26 victorias

El Grescrap Bizkaia supo hacer los ajustes oportunos para conseguir la victoria ante los de Laso

BILBAO Actualizado: Guardar
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El Real Madrid no pudo sumar su victoria número 27 en casa de forma consecutiva en Liga Regular y además perdió el liderato de la clasificación ante un Grescrap Bizkaia que supo hacer los ajustes oportunos para conseguir la victoria.

Enfrentarse dos veces seguidas en apenas cuatro días permite ir corrigiendo errores y haciendo ajustes sobre la marcha. Es lo que hicieron los 'hombres de negro' con una defensa mucho más agresiva y con ataques más cortos y directos. El Gescrap quiso llevar el ritmo de partido y el Real Madrid perdió la iniciativa, hasta el punto de que el equipo más anotador de la competición solo fue capaz de anotar 14 puntos en el primer cuarto de partido, por 19 de su rival.

Pablo Laso, entrenador del Real Madrid, pidió más defensa a sus jugadores y más entrega. Fue una de las claves de que, aunque con cuentagotas, surgieran algunos contraataques lo que unido a un mayor control de los atacantes bilbaínos, se volviera la situación. La reacción fue inmediata y en apenas un minuto, entre los últimos segundos del primer cuarto y los primeros del segundo, el Real Madrid consiguió un parcial de 8-0 lo que devolvió el marcador a la paridad.

Kostas Vasileiadis, con 3 de 6 triples, fue el jugador más entonado del Bilbao, mientras que Sergio Llull con 2 de 3 y 10 puntos fue el que enseñó a sus compañeros la senda de la victoria añadiendo una velocidad más al juego de su equipo. Al descanso, el 36-35 dejaba el partido abierto a cualquiera.

El equipo vasco quiso reducir más las trincheras y pasó a defender en zona en determinados momentos, espesando, todavía más, la fluidez de ideas de los locales, que en el minuto 24 veían como el partido comenzaba a escapárseles, 46-54. Fischer, no hay mejor cuña que la de la propia madera, puso la decena de puntos de ventaja, 46-56, para los 'hombres de negro' a falta de tres minutos para la conclusión del tercer periodo.

Con Sergio Rodríguez y Mirotic desaparecidos, Llull volvió a ser el encargado de intentar activar a sus compañeros, con la ayuda de los jugadores más raciales, es decir, Felipe Reyes y Martinas Pocius. Al final del período, 59-60, y de nuevo el partido abierto a todo. En el cuarto de la verdad, el Real Madrid recuperó pronto la iniciativa en el marcador, 68-65 en el minuto 33. Cada balón, cada bloqueo, cada defensa y cada tiro pasó a ser fundamental. Fue el momento de la calidad y de la decisión y los dos equipos demostraron estar sobrados en ambos casos. Empate a 71 y cinco minutos y medio por delante.

Los dos equipos se fueron alternando en ventajas mínimas, de ahí que los tres puntos de los vascos, 76-79, a poco más de dos minutos y medio para el final pareciera un mundo. Y casi tres cuartos el 78-83 a falta de minuto y medio. Un triple estratosférico de Mumbrú, otra cuña, elevó la renta bilbaína a seis puntos, 80-86, con menos de un minuto de partido. Y Jackson, con un triple a la desesperada con el crono de posesión a cero y casi desde el centro del campo, dio la puntilla al partido, firmó la quinta victoria consecutiva de los vascos y acabó con la racha de 26 partidos consecutivos con victoria en Liga regular del Real Madrid.

El Madrid perdió el partido y el liderato de la clasificación, pero el miércoles, esta vez en Bilbao, otra vez volverán a verse las caras, ahora en Euroliga.