Rouco asegura que es «estremecedor» el número de abortos

Nadie puede disponer de la vida de otro ser humano inocente. Hacerlo supone un "grave violación del orden moral". Si el hombre no hubiera dado la espalda a Dios y respetado la vida del no nacido, muy distinta sería la población de Europa y España. El número de niños "a los que en nuestras sociedades, de raíces cristianas, se les ha impedido nacer en estas tres últimas décadas es sencillamente estremecedor". Quien así se expresa es el presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, quien hoy presidió la Misa de las Familias, ceremonia que se celebró en la plaza de Colón de Madrid y a la que asistieron decenas de miles de personas.

Según Rouco, el hombre tampoco puede diseñar a su antojo la institución matrimonial, que está basada en la unión entre "marido y mujer". De esta manera el presidente de la jerarquía católica condenaba una vez más el matrimonio homosexual, que a su juicio atenta contra la ley divina.

Rouco subrayó que la vida es un "bien sagrado" que el hombre recibe de Dios. En consecuencia, al ser humano le compete ejercer de servidor de la vida, "desde el momento en el que es concebida en las entrañas maternas hasta el instante de la muerte natural". "Ninguna instancia humana puede disponer de la vida de un ser humano inocente", apostilló.

El cardenal desarrolló su homilía con una serie de reflexiones sobre la familia y el matrimonio cristiano. Rouco evocó las palabras de Juan Pablo II en su visita a España, quien aseguró que quien niega la vida desde el mismo momento de su concepción infringe "el orden moral". Si el hombre hubiera acatado los designios de Dios y hubiera prescindido del recurso al aborto, como quería Wojtyla, la situación hoy sería muy diferente. "Cuán otro sería el panorama demográfico, social y humano de las actuales sociedades europeas, incluida la española, si se hubiesen escuchado entonces las palabras valientes de aquel papa".

De acuerdo con el cardenal, corren tiempos "difíciles" para la familia cristiana, que ve amenazada su indisolubilidad y que se muestra vulnerable a las "desnaturalizaciones".

Mensaje del Papa

El Papa Benedicto XVI envió un mensaje de apoyo a la celebración eucarística y sus asistentes, a los que exhortó a no "ceder a tantas fuerzas mundanas que amenazan el gran tesoro de la familia". Joseph Ratzinger consideró que la familia es "la institución primaria" de la sociedad, la cual desempeña una función educativa imprescindible. El Pontífice animó a los padres a educar a sus hijos en la fe y los valores católicos para que tomen conciencia de la dignidad de la vida humana.

Al acto que tuvo lugar en la plaza de Colón acudieron la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, a quien el cardenal Rouco expresó su agradecimiento al final de la misa. También estuvieron presentes el eurodiputado y exministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, así como el presidente del Foro de la Familia, Benigno Blanco.