El presidente de la Comisión Electoral Central (CEC) rusa, Vladimir Churov (i), durante una rueda de prensa para anunciar datos preliminares de las elecciones parlamentarias celebradas este domingo. / Efe
numerosas irregularidades

Lluvia de impugnaciones tras los comicios en Rusia

Satisfacción solo en el partido de Putin pese a su acusado descenso

CORRESPONSAL EN MOSCÚ Actualizado: Guardar
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El Partido Comunista de Rusia (KPRF) ha ganado nada menos que 35 escaños con respecto a las legislativas de 2007, los centristas de 'Rusia Justa' han sumado 26 y los ultranacionalistas de Partido Liberal Democrático (LDPR) obtienen 16 diputados más que antes. 'Rusia Unida', el partido del primer ministro, Vladímir Putin, al contrario, ha perdido 77 escaños. Sin embargo, Putin y el presidente Dmitri Medvédev se consideran satisfechos mientras en el resto de las fuerzas políticas reina la indignación y el malestar.

Y es que, tras haberse escrutado casi todas las papeletas, 'Rusia Unida' conserva la mayoría absoluta, aunque no tan abultada como antes y sin llegar a los dos tercios necesarios para acometer enmiendas constitucionales. Sus adversarios, sin embargo, están convencidos de que les han robado votos y han anunciado que impugnarán los resultados de los comicios en aquellos colegios en donde, según ellos, ha habido violaciones flagrantes de la legislación electoral.

El líder comunista, Guennadi Ziugánov, ha asegurado que recurrirán los resultados oficiales porque a 'Rusia Unida' “le han añadido entre un 12 y un 15% de votos más de los que ha obtenido realmente”. El politólogo Dmitri Oreshkin afirmó en rueda de prensa que “se ha falsificado por los menos un 10% de los sufragios y eso ha perjudicado a todos los demás partidos, sobre todo a los liberales de Yábloko, que se han vuelto a quedar fuera de la Duma”.

El máximo responsable de 'Rusia Justa', Vladímir Mirónov, también planea denunciar por vía judicial las irregularidades detectadas. Según sus palabras, “en San Petersburgo están rehaciendo descaradamente las actas electorales”. El analista Stanislav Belkovski constató esta mañana la existencia de “múltiples casos de reescritura de las papeletas de votación a favor de Rusia Unida”. Quien también prepara un recurso es Yábloko, cuyo líder, Grigori Yavlinski denunció que “se han depositado de forma masiva papeletas de voto a favor de Rusia Unida” en colegios distribuidos por todo el país. El que, de momento, no parece dispuesto a presentar batalla es el cabeza de lista del LDPR, Vladímir Yirinovski, quien, no obstante, también ha protestado aduciendo que les han quitado votos.

Denuncias de la OSCE

Los observadores internacionales que han verificado la buena marcha de las elecciones y el recuento de votos estiman que no ha habido irregularidades graves. Algo más críticos han sido los componentes de la misión de la OSCE, quienes sí han detectado abusos para favorecer al partido de Putin.

En su informe, los enviados de la OSCE señalan que “la calidad del proceso electoral se deterioró considerablemente en el escrutinio, caracterizado por frecuentes violaciones de procedimiento y casos de aparente manipulación, incluyendo indicios graves de introducción masiva de papeletas en las urnas”. El documento confirma que “no se crearon las condiciones para una elecciones limpias” por culpa de “la ausencia de independencia de la Comisión Electoral Central, la interferencia de las autoridades y la parcialidad de la mayoría de los medios” de comunicación.

El español Jesús López-Medel, uno de los observadores de la OSCE, sostiene que “el control totalizador de Putin ha dado sus frutos, pese a que han perdido escaños”. López-Medel considera que “en Rusia se echa de menos una auténtica democracia”.