La Generalitat y los médicos se reúnen sin acuerdo

Los médicos y los enfermeros de Cataluña seguirán en pie de guerra contra los recortes en la salud pública. Los representantes del Instituto Catalán de la Salud (ICS), la empresa pública de la Generalitat que gestiona los ocho principales hospitales de Cataluña, y los delegados sindicales de los trabajadores sanitarios mantuvieron este lunes una reunión que acabó sin acuerdo y con las posiciones más alejadas que al inicio del encuentro.

La negociación, que el jueves pasado tuvo que ser aplazada porque unos 500 médicos y enfermeros irrumpieron por sorpresa en la sede del ICS, donde se celebraba la reunión, sigue encallada por la propuesta de la Generalitat de recortar salarios hasta diciembre, en concreto, ahorrar los complementos de destino, el equivalente a la mitad de la paga extra de Navidad. Esto equivaldría a unos 400 euros en el caso de un celador, de unos 700 euros para las enfermeras y de 1.200 euros en el caso de los médicos y jefes de servicio, pagas que además no recuperarían posteriormente y que los trabajadores consideran inaceptable porque se suma a la rebaja salarial de los funcionarios aplicada a escala nacional, que les hará perder en total un 35% de masa salarial en un año. No obstante, si los trabajadores no aceptan este ajuste salarial, la administración les amenaza con despedir a 1.500 interinos o reducir la jornada laboral de 6.000 de ellos en un 25%.

A la salida de la reunión, los delegados sindicales se encontraron con cientos de manifestantes a las puertas del ICS, que poco después de conocer las propuestas de la Generalitat gritaron de forma unánime "no firméis" y "huelga, huelga". Aunque los sindicatos no quieren llegar hasta este último extremo, porque son conscientes de que el principal perjudicado por el paro es el usuario (más aún el día en que se conoció que los recortes en las Sanidad catalana han provocado que el número de personas que esperan para ser operadas haya crecido un 30% en solo un año), no descartan ninguna movilización. De momento, este lunes, volvieron a recorrer las calles más céntricas de Barcelona, cortaron el tráfico y crearon un pequeño colapso circulatorio. También improvisaron una manifestación que se dirigió al encuentro de la protesta que los indignados del movimiento 15-M mantenían en la plaza de Cataluña bajo una fuerte vigilancia policial.