El régimen sirio lanza una ofensiva en el norte del país

Al menos nueve personas han muerto en distintas localidades de Siria mientras que las fuerzas del régimen de Bachar El-Asad han lanzado una intensa ofensiva en la provincia norteña de Idleb, han señalado grupos opositores.

El activista Hozam Ibrahim, de los opositores Comités de Coordinación Local, ha confirmado la muerte de dos personas en Hama (centro), una en Deir al Zur (este) y otra en Homs (centro). No obstante, ha llamado la atención sobre la situación en la zona de Yabal Zauiya, en Idleb, donde ha estimado que las víctimas pueden ascender a decenas como consecuencia de la represión del régimen.

En ese sentido, el grupo Observatorio sirio de Derechos Humanos ha precisado que al menos cuatro personas han fallecido en distintas aldeas de esa zona fronteriza con Turquía, donde las fuerzas militares y de seguridad desplegadas han lanzado bombas y han disparado con armas pesadas en la zona destruyendo viviendas y fincas. Decenas de personas han resultado heridas y unas cien han sido detenidas, entre ellas ocho miembros de la familia del coronel desertor Riad Al Assad.

Un niño, entre las víctimas

En la localidad próxima de Al Yanudia, los agentes han dispersado una manifestación nocturna y han matado a un niño, ha informado el Observatorio. Además, han practicado redadas y detenciones en la localidad de Burg, en la zona de Haula (provincia de Homs), después de que tres hombres fueran asesinados por desconocidos.

También se ha llevado a cabo una campaña en la localidad de Zabadani, en la provincia de Rif Damasco (cercana a la capital), donde al menos quince personas han sido detenidas y se ha destruido mobiliario de las casas allanadas. En esa misma zona, según los grupos opositores, los puntos de control solicitan a las mujeres que presenten sus documentos de identidad para arrestar a aquellas que participan en las protestas.

Estos sucesos no pueden ser verificadas de forma independiente por el estricto bloqueo informativo que las autoridades han impuesto en el país. Desde que comenzaran las protestas a mediados de marzo pasado, la represión gubernamental en Siria ha causado al menos 2.600 muertos, según los últimos datos proporcionados las Naciones Unidas.