La prueba de Málaga resulta postiva

Tras la derrota de la selección española en Lituania los jugadores de Sergio Scariolo han recuperado su confianza en la primera oportunidad. En el caluroso y abarrotado pabellón Martín Carpena de Málaga aguantaron el primer empuje de Eslovenia (14-14 en el minuto 8) para apretar en defensa y marcharse al descanso con una ventaja de 11 puntos (36-25). Para entonces Scariolo había probado con Marc y Pau compartiendo la pintura y ajustando sus movimientos con acierto gracias a la entrada del mediano de la familia. De hecho, los hermanos de Sant Boi fueron los pívots más utilizados junto a Serge Ibaka y la apuesta de Víctor Claver como ala-pívot. Pero si al congoleño le basta con su intimidación en defensa (2 tapones, 3 rebotes), al valenciano le cuesta adaptarse al juego interior y sigue sufriendo en cada encuentro.

Después del intermedio y los homenajes a los exjugadores Carlos Jiménez y Jorge Garbajosa los españoles se contentaron con ajustar la maquinaria y surtir a Pau balones. Únicamente Goran Dragic mantuvo el tipo como timón del equipo (16 puntos), en una escuadra castigada por la falta de banquillo y las numerosas faltas personales ante un ataque español centrado en la zona interior. De hecho, los hispanos apenas se atrevieron desde una zona exterior prácticamente estéril (2 aciertos de nueve intentos en triples) en una victoria cómoda (73-61). Sergi Llull, Felipe Reyes y Carlos Suárez fueron los que menos minutos pisaron la pista, aunque pueden tener más oportunidades ante el mismo rival este domingo en Granada.

Del último descarte para el Eurobasket que se iniciará en diez días todavía no hay pistas. Víctor Sada parece haberse ganado el puesto pero todo dependerá del criterio de Sergio Scariolo, quien puede prescindir de Sergi Llull o Carlos Suárez a juzgar por su ensayo en Málaga.