PSOE y PP se acusan de no querer acabar con ETA

PSOE y PP se han enzarzado hoy en una disputa sobre ETA. Lo han hecho, precisamente, cuando se cumplen dos años desde que la banda terrorista cometiera su último atentado: cuatro bombas de escasa potencia que estallaron en restaurantes y bares de Palma de Mallorca, sin causar víctimas.

El aniversario, que coincide con los ocho primeros meses de alto el fuego decretado por la banda en enero, se ha visto sacudido por cruces de acusaciones entre unos y otros. Unas declaraciones del ex ministro de Interior y candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, en una entrevista en Radio Euskadi, han dado pie a la polémica. En su intervención, Rubalcaba ha criticado a Bildu el discurso "mucho más complaciente" que, tras las elecciones, tiene sobre ETA y ha emplazado a sus dirigentes a mantener una "posición sistemática" de reconocimiento de las víctimas del terrorismo. En este sentido, ha afirmado que Bildu sólo será "moralmente aceptable" cuando asuma la diferencia entre "víctimas" y "verdugos".

Horas más tarde, el vicesecretario general de Política Regional y Local del PP, Javier Arenas, ha prendido la mecha a la batalla dialéctica, asegurando que el problema del candidato del PSOE a la Presidencia es que "nunca ha estado cien por cien por la derrota del terrorismo y siempre ha dejado un margen para el diálogo y la negociación". A este respecto ha advertido de que "las políticas de paños calientes, de medias tintas y de medias verdades siempre han favorecido a los terroristas".

Y ha ido más allá. El dirigente popular asegura que ETA tiene en estos momentos "lo que nunca soño que podía tener", en relación a la representación de Bildu en las instituciones: "Habíamos superado la etapa en la que los amigos de los etarras estaban en las instituciones democráticas y, desgraciadamente, por la actitud de algunos hemos vuelto a esos periodos", ha apostillado.

La reacción del PSOE no se ha hecho esperar. El vicecoordinador del Comité Electoral del PSOE, Antonio Hernando, ha sido el encargado de denunciar que "en el fondo, lo que le pasa a Javier Arenas es que le molesta que ETA esté en las últimas gracias a la política y a la acción de Alfredo Pérez Rubalcaba al frente del Ministerio del Interior". En su opinión, se trata de "la primera gran vileza de esta campaña al poner en duda la determinación de Alfredo Pérez Rubalcaba y del Gobierno de Zapatero de derrotar de una vez y para siempre a la banda terrorista ETA".

Hernando sostiene que el problema de Arenas, compartido "con Mayor Oreja y otros dirigentes del PP" es que "nunca han querido que Rubalcaba y el Gobierno socialista acabasen con ETA, porque los asesinos le han servido al PP para tener un elemento más de campaña y de oposición al Gobierno socialista".

"El bloqueo de Madrid"

Y en medio de este cruce de acusaciones, la izquierda abertzale también ha entrado al trapo y ha asegurado que Rubalcaba "confunde las causas y las consecuencias al achacar a la actitud de Bildu respecto a ETA la existencia de una sensación de que las cosas están paradas" y ha considerado que "la principal causa de que el proceso democrático de soluciones no avance al ritmo que la sociedad exige" es "la actitud de bloqueo que a lo largo de los últimos meses y años ha imperado en Madrid".