Tensión en los mercados

Salgado excluye una vuelta a la recesión a pesar de la crisis de deuda

"Que duda cabe de que va a tener su influencia, una mayor influencia cuanto más dure la situación de inestabilidad", ha dicho Salgado

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, ha considerado hoy que "en absoluto" se va a volver a un escenario de recesión económica, aunque ha reconocido que la inestabilidad en el mercado de deuda soberana tendrá efectos en la economía real, que ya ha dado signos de ralentización.

"Que duda cabe de que va a tener su influencia, una mayor influencia cuanto más dure la situación de inestabilidad", ha explicado Salgado en una entrevista, en la que ha observado que los datos adelantados por el Banco de España la semana pasada muestran "alguna desaceleración" del crecimiento de la economía española. Sin embargo, el Ejecutivo mantiene su previsión de que el PIB crezca el 1,3% este año y no ve razón alguna para revisar las variables del cuadro macroeconómico.

"No parece muy oportuno revisarlo justo en mitad de una situación de tensión en los mercados de deuda. Creo que lo que está pasando estos días debemos en principio considerar que va a ser temporal y esperar un poco hasta que se estabilicen todas la variables y hasta que vayamos viendo datos del crecimiento en otros países", ha afirmado.

A su juicio, la prima de riesgo española -la rentabilidad adicional que los inversores exigen a la deuda española frente a la alemana- debería seguir bajando en las próximas jornadas, puesto que su incremento no se corresponde con los fundamentos de la economía. En este sentido, cree que el tipo de interés que se paga por la deuda española en el mercado secundario debería estar "incluso bastante por debajo" del nivel al que ha cerrado hoy (5,081% para el bono a 10 años).

Ha admitido que que la contención de la prima de riesgo es consecuencia del anuncio del Banco Central Europeo (BCE) de su intervención en los mercados, aunque no ha querido especular sobre la cantidad de deuda española que podría haber comprado, algo que la propia entidad confirmará el próximo lunes cuando haga públicos los datos.

Asimismo, ha insistido en que las emisiones de deuda pública "se colocan muy bien" entre los inversores, sobre todo extranjeros, lo que ha vaticinado que seguirá ocurriendo cuando las subastas del Tesoro se reanuden en septiembre.

Por esta razón, ha descartado que sea necesario hacer un llamamiento a las empresas españolas para que compren deuda del Estado, después de que algunos empresarios italianos se hayan ofrecido públicamente a adquirir títulos de deuda de su país.

Sin quejas de los empresarios

La vicepresidenta ha asegurado que "no tiene queja de los empresarios españoles", a pesar de las criticas de la patronal CEOE a la decisión del Gobierno de incrementar los pagos que las grandes compañías adelantan a Hacienda a cuenta del Impuesto de Sociedades, una de las medidas que se aprobará en el Consejo de Ministros del 19 de agosto.

Ha explicado que ha tenido la oportunidad de conversar con algunos empresarios relevantes del país, que han entendido la necesidad y conveniencia de una medida que servirá para "apuntalar" el objetivo de reducción del déficit público al 6% del PIB este año.

Ha asegurado que dicho objetivo "no peligra" y que adoptar una iniciativa que mejorará la recaudación en 2.500 millones de euros tiene como meta trasmitir a los mercados la seguridad de que no se van a producir desviaciones presupuestarias.

Sobre las críticas del PP al respecto, ha considerado que no tiene mucho sentido que les acusen de dejar los problemas al próximo Gobierno porque si la medida sigue en vigor en 2012 se seguirán anticipando los pagos a cuenta del siguiente ejercicio y no habrá una bajada de la recaudación por este concepto. En relación a la adopción por parte de las comunidades autónomas de una regla de gasto similar a la que se aplica al Estado y los ayuntamientos, Salgado ha anticipado que se trabajará "intensamente" en septiembre, con el objetivo de que antes de final de año lo aprueben los respectivos parlamentos.