Rubalcaba afronta una cita clave tras su larga experiencia como ministro. / Efe
ADELANTO ELECTORAL

Rubalcaba se apoya en sus éxitos como ministro

El PP promete que Rajoy acabará con la «zozobra» de los parados y de quien teme perder su empleo

MADRID Actualizado: Guardar
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Alfredo Pérez Rubalcaba y su equipo electoral tienen claro que parten con una notable desventaja y que no tienen ni un minuto que perder hasta el 2o de noviembre. Este sábado, el primer día de una larga precampaña, cuando no hacía ni 24 horas de que José Luis Rodríguez Zapatero anunció el adelanto electoral, salieron en tromba a colocar su mensaje y a arropar a su candidato mediante actos y declaraciones radiofónicas. Hasta seis primeros espadas del PSOE salieron a la palestra en Madrid, Galicia y Euskadi mientras Rubalcaba se reunía en la capital de España con asociaciones de heridos en accidentes de tráfico y se apoyaba en sus dos grandes éxitos como ministro del Interior, la drástica reducción de las muertes en carretera y la lucha contra ETA, para impulsar su candidatura a la Moncloa.

El PP tampoco desaprovechó la primera etapa de la carrera electoral, pero no tuvo la hiperactividad desplegada por los socialistas. La ausencia del líder, Mariano Rajoy, fue cubierta por su lugarteniente, Dolores de Cospedal, y la portavoz parlamentaria, Soraya Sáenz de Santamaría. La secretaria general popular centró una vez más su mensaje en el drama del paro y prometió tanto a los desempleados como a quienes a diario viven con el temor de perder su trabajo que Rajoy acabará con su «zozobra».

Unos y otros muestran desde un inicio los principales argumentos que repetirán en campaña. Los socialistas ven a Rajoy como un candidato sin carisma, que se pone de perfil ante los problemas de los españoles, que tiene una agenda oculta llena de recortes y que no merece ser presidente del Gobierno porque usa en interés político la lucha antiterrorista y porque no apoyó a su país en los momentos más dramáticos de la crisis.

Los populares insisten en que Rubalcaba es tan corresponsable de los cinco millones de parados como Zapatero, que personifica el pasado 'felipista' de desempleo, despilfarro y 'guerra sucia', y que sólo con una victoria clara de Rajoy es posible el cambio y la salida de la crisis, como ya ocurriese en 1996 con José María Aznar.

Rubalcaba eligió para inaugurar la precampaña una puesta en escena de aroma estadounidense. Llegó a su cita con las asociaciones al volante de un pequeño utilitario y, como cualquier ciudadano, se bajó en mangas de camisa y colocó su tique de aparcamiento. El exministro mostró su orgullo por los ocho años consecutivos de descenso de muertos en carretera, de unos 4.000 a 1.700, y sentenció que «hay 10.000 personas que viven ahora gracias a lo que hemos hecho entre todos».

"No bajar la guardia"

El resto de su mensaje se centró en ETA. Dijo que cree que España recorre «los últimos pasos» hacia el final del terrorismo y que, si se mantiene la actual política, este asunto pasará a formar parte de «una historia negra, muy difícil y muy dolorosa». No obstante, advirtió de que justo porque se está ante el final es el momento de «no equivocarse» y de «no bajar la guardia», y, sobre todo, de garantizar la unidad política, por lo que aconsejó que «no nos enredemos en cosas que no tienen importancia». No aclaró a que se refería, pero pareció aludir a los ataques que recibe desde las filas populares, que le responsabilizan de ser quien dio la orden política para que policías comunicasen en el bar Faisán a los miembros del aparato de extorsión de ETA que iban a ser detenidos, en el llamado 'chivatazo'.

Su queja no tuvo mucho efecto porque, casi al mismo tiempo, Dolores de Cospedal remachaba en este clavo en Nambroca (Toledo), durante su intervención ante un auditorio de alcaldes y portavoces del PP. «Los españoles quieren mirar al futuro y no quieren seguir revolviendo el pasado, ni más ministros del bar Faisán, ni portavoces del GAL», señaló en referencia a Rubalcaba, que también fue el portavoz del último Gobierno de Felipe González, a quien el partido opositor siempre la atribuyó ser el jefe de los grupos parapoliciales que en los años ochenta asesinaron a miembros de la banda criminal y a varios ciudadanos sin conexión alguna con el terrorismo.

El titular de Fomento, José Blanco, avisó a los populares de que no canten tan pronto victoria electoral, porque es peligroso «vender la piel del oso antes de cazarlo» y bromeó con que «a lo mejor me quedan más de cuatro meses de ministro». Soraya Sáenz de Santamaría reclamó que las elecciones andaluzas coincidan con las generales.