McIlroy, un 'niño prodigio' con un golf «casi perfecto»

Acaba de ganar el primer ‘grande’ de su carrera y ya se le considera el sucesor de Tiger Woods. Por conquistar el US Open con solo 22 años y mes y medio, con récord de golpes, y por su imaginación y habilidad en un deporte que necesita revitalizarse con el nacimiento de nuevas estrellas. Hay quien aventura que el norirlandés Rory McIlroy incluso batirá la plusmarca de 18 ‘Grand Slam’ de Jack Nicklaus. El ‘New York Times’ ha dicho de él que juega un golf “casi perfecto”. El ‘Tigre’ ha calificado su actuación en el Open de Estados Unidos de “impresionante”. Un ‘niño prodigio’ reina hoy en el mundo del golf. Y no es americano, sino europeo. Nació en Holywood, pero no en Los Ángeles (Hollywood), sino en un pueblecito cercano al Ulster.

Solo cuatro jornadas le van a servir para que su vida dé un cambio radical. Pudo conseguirlo en el Masters de Augusta, donde fue líder después de los tres primeros recorridos pero se vio superado por la presión en el definitivo. Había demasiadas dudas sobre si sería capaz de levantarse de aquel batacazo, pero él solo quiso extraer consecuencias positivas. “Hay que perder antes que ganar. Esto hará más fuerte”, vaticinó entonces. Ha crecido a base de palos. Hasta ahora solo se ha adjudicado tres títulos en cuatro años como profesional, pero ya todos se rinden ante su ‘swing’. En el Masters ya no estaba con su novia de toda la vida, con la que empezó a salir a los 16. El golf acabó con su relación de seis años, igual que a causa del deporte Rory debió abandonar los estudios.

Sigue teniendo cara de adolescente, pero ahora presume de una colección de 14 coches de lujo. Le gusta comunicarse por Twitter, aunque por el momento tiene poco más de 400.000 seguidores. Como cualquier chico de su edad, también lleva Iphone, aunque no lo ha utilizado durante toda la semana del US Open en Washington, donde se ha convertido en el más joven campeón desde que lo consiguiera el mítico Bobby Jones en 1923.

Cuando parecía imponerse el golf físico y tecnológico, no precisa, por ahora, machacarse en el gimnasio ni planificar de forma exhaustiva su preparación. Él es un genuino representante del golf natural. Le gusta imitar el carácter y el instinto asesino de Nadal. El número uno del mundo también admira a McIlroy, a quien conoció personalmente hace nueve meses. “Tiene quizás el mejor ‘swing’ del mundo”, ha comentado Nadal, a quien el norirlandés reconoce como el mejor deportista mundial del momento.