Movimiento 15m en barcelona

Una multitud clama contra la crisis y los políticos

La manifestación transcurrió con un marcado acento festivo y sin incidentes

BARCELONA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Decenas de miles de personas (entre 260.000 y 50.000, según la fuente) marcharon este domingo por las calles de Barcelona en la manifestación convocada por el movimiento 15-M para protestar contra los causantes de la crisis, los mercados, y los que la están gestionando, los políticos. Conscientes de que los altercados del pasado 15 de junio frente al Parlament desprestigiaron a un colectivo que hasta entonces gozaba de las simpatías de la ciudadanía, los responsables de la 'Acampada Bcn' se jugaban una auténtica reválida si querían recuperar las complicidades perdidas.

A su entender, lograron los tres objetivos que se habían marcado: que la manifestación fuera masiva, festiva y, sobre todo, no violenta. "Se ha demostrado que somos pacíficos, rechazamos la violencia y siempre lo haremos", expresaron los portavoces del movimiento. La organización había puesto todo su empeño en que no hubiera incidentes y a lo largo de la marcha situó personal del colectivo que hizo las veces de cordón de seguridad. "Hemos mostrado la indignación de la gente", dijeron. Lograron que la manifestación transcurriera sin incidentes y el espíritu pacífico y reivindicativo (había jóvenes, adultos, jubilados y hasta familias enteras) marcaron la cita. Hubo, eso sí, algún conato de intento de reventón, provocado por grupos muy minoritarios, pero los propios manifestantes sofocaron los momentos de tensión.

La organización se felicitó además por el éxito de la asistencia. "Los políticos no nos representan, nos apoya mucha gente y no se escucha a los indignados ", señalaron. La manifestación, en la que se escucharon frecuentes críticas contra la clase política, fue masiva y los portavoces de la organización hablaron de una afluencia de 260.000 personas. Los Mossos d'Esquadra redujeron la cifra a 50.000.

La mayoría de los cánticos y las pancartas que portaban los manifestantes hacían alusión a los políticos, a Felip Puig (consejero catalán de Interior), a los recortes sociales de la Generalitat, a los causantes de la crisis, a los bancos y a los Gobiernos, en general. "El Gobierno rescata a los bancos y no a las personas", "Bote, bote, bote, político el que no bote", o "Dos mil euros por un político honesto" fueron algunos de los gritos más jaleados.