estudio publicado en 'science'

Un agujero negro devora una estrella del tamaño del Sol

Los científicos rastrean una de las mayores y más brillantes explosiones espaciales jamás registradas

WASHINGTON Actualizado: Guardar
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La colisión de una estrella y un enorme agujero negro puede ser la causa de una de las mayores y más brillantes explosiones espaciales jamás registradas, cuyo destello viajó a 3.800 millones de años luz hasta llegar a la Tierra.

Así lo indica un estudio publicado hoy por la revista 'Science' y en el que han colaborado expertos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España y el Instituto de Astrofísica de Andalucía.

Los científicos investigaban el origen de un haz de rayos gamma que fue observado el pasado 28 de marzo desde el satélite Swift de la NASA, un fenómeno que bautizaron como Sw 1644+57. En principio pensaron que podía tratarse de un estallido de rayos gamma, pero la persistencia de la luminosidad, que en esos fenómenos suele disiparse rápidamente, y el hecho de que se reactivara tres veces en apenas 48 horas llevó a los investigadores a buscar otra opción.

"Era algo totalmente diferente que cualquier explosión que hubiéramos visto antes", ha indicado en un comunicado Joshua Bloom, científico de la Universidad de Berkeley (California) y uno de los autores principales del estudio.

Bloom ha sugerido que la causa podía haber sido la caída de una estrella del tamaño del Sol en un agujero negro un millón de veces mayor, lo que generó "una cantidad tremenda de energía a lo largo de mucho tiempo", en un fenómeno "que aún persiste dos meses y medio después". "Eso se debe a que el agujero negro desgarra la estrella, su masa gira en espiral como el agua que entra en un desagüe, y este proceso libera muchísima energía", ha explicado el investigador.

Alrededor del 10% de la masa de esa estrella se convirtió en energía irradiada como rayos X y gamma, que podían verse desde la Tierra porque el haz de luz apuntaba hacia la Vía Láctea, según indica el estudio. Al repasar el historial de explosiones en la constelación Draco, donde fue observado el fenómeno, los científicos determinaron que se trata de un acontecimiento "excepcional", dado que no encontraron indicios de otras emisiones de rayos X o gamma.

Estaba en reposo

Lo más fascinante, según Bloom, es que el fenómeno comenzara en un agujero negro en reposo, que no estaba atrayendo materia, como hacen casi todos los que se encuentran en el centro de cada galaxia. "Esto podría pasar en nuestra propia galaxia, donde hay un agujero negro que vive en quietud en el centro, y que borbotea ocasionalmente, cuando traga un poco de gas", ha manifestado.

No obstante, Bloom ha subrayado que le sorprendería ver otro fenómeno similar en el cielo "en la próxima década". La explosión es algo "nunca visto" hasta ahora en la longitud de onda de los rayos gamma, por lo que lo más probable es que sólo se produzcan "una vez cada 100 millones de años, en cualquier galaxia", ha calculado.

El estudio estima que las emisiones de rayos gamma, que comenzaron el 24 o 25 de marzo en una galaxia no identificada a unos 3.800 millones de años luz, se disiparán "a lo largo del próximo año". "Creemos que este fenómeno se detectó en su momento de mayor brillo, y si realmente se trata de una estrella destruida por un agujeronegro masivo, predecimos que nunca volverá a ocurrir en esa galaxia", ha remachado Bloom.