conflicto armado

Grupos vinculados a Al-Qaida controlan enclaves de Yemen

Los combates con las fuerzas gubernamentales en la ciudad costera de Zinjibar han causado al menos 19 muertos

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El Ejército yemení ha lanzado hoy un ataque contra cientos de supuestos militantes de Al-Qaida y de otros grupos radicales islámicos que tomaron el control de la ciudad costera de Zinjibar, en el sur del Yemen, según fuentes de seguridad.

El Ejército ha empezado una "operación de limpieza" en la ciudad, han señalado las mencionadas fuentes, que han precisado que en las calles hay numerosos cadáveres. Habitantes de la ciudad han indicado que entre los muertos habría al menos diez soldados. Como consecuencia de los combates, miles de habitantes de esta localidad se han desplazado al puerto de Adén, unos 60 kilómetros al suroeste de Zinjibar, capital de la provincia de Abyan.

Los enfrentamientos tienen lugar después de que ayer los agentes de policía abandonaran la ciudad tras un ataque lanzado por radicales islámicos. El viernes, 19 personas murieron en combates entre las fuerzas de seguridad y estos grupos armados. Ese día, los hombres armados tomaron el control de las sedes de la Policía, del Gobierno local y del Consejo Municipal de esa ciudad, capital de la provincia de Abyan.

La provincia de Abyan es frecuente escenario de acciones de Al-Qaida, que ha fijado en Yemen su sede de operaciones para la península arábiga. Sólo en lo que va de mes se han registrado tres ataques a patrullas o puestos policiales atribuidos a Al-Qaida.

El pasado 27 de marzo, hombres armados ya tomaron varios edificios públicos en las ciudades de Zinjibar, Yafe y Yaar, en la misma provincia. En esta última localidad, que permaneció varios días bajo el control de grupos armados radicales, fue saqueada una fábrica de armamento.

Llamamiento de los militares sublevados

Mientras tanto, los milicianos tribales yemeníes que tomaron a principios de semana varios edificios oficiales en Saná se han retirado hoy, de acuerdo con la tregua alcanzada entre el Gobierno y el influyente jeque opositor Sadeq Abdalá al Ahmar. Los milicianos han entregado a los mediadores, algunos tribales y otros gubernamentales, el edificio del Ministerio de Administración Local y se han comprometido a retirarse de manera gradual de los de Comercio y Turismo y del edificio que alberga la agencia oficial de noticias Saba.

La situación en el barrio de Al Hasba, donde se encuentra el complejo residencial de Al Ahmar, es de relativa calma, después de que ayer se registraran enfrentamientos esporádicos que hicieron peligrar el alto el fuego alcanzado la noche del jueves. Al Ahmar ha pedido en una rueda de prensa la retirada de los hombres armados del gobernante Partido del Congreso Popular General y de fuerzas de seguridad gubernamentales que permanecen en los alrededores de su residencia.

El conflicto armado estalló el lunes después de que el presidente Ali Abdalá Saleh rechazara por tercera vez firmar una iniciativa presentada por el Consejo de Cooperación del Golfo, que incluye la renuncia al poder del mandatario para poner fin a la crisis política que atraviesa el país.

Por otro lado, el sector del Ejército sublevado contra Salé ha hecho un llamamiento a sus compañeros para que se sumen a las protestas prodemocráticas y abandonen al mandatario. "Os pedimos que no sigáis las órdenes de enfrentaros a otras unidades militares o al pueblo", solicitan los militares rebeldes en un comunicado leído por el general Abdulá Alí Aleiwa, ex ministro de Defensa del régimen. El texto acusa al Gobierno de permitir que "saboteadores y terroristas" tomen el control de las provincias del sur.