futuro incierto de la compañía

Los trabajadores de Nueva Rumasa exigen una solución a la crisis del grupo

Tres de las compañías del holding están a las puertas del concurso de acreedores y el resto sobrevive instalado en la incertidumbre

MADRID Actualizado: Guardar
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Miles de trabajadores de Nueva Rumasa se manifestaron ayer por las calles de Madrid para reclamar una rápida solución a los problemas que sufre el grupo, inmerso en una aguda crisis que amenaza con dejar en la calle buena parte de la plantilla. De las más de un centenar de compañías del holding, con 10.000 empleados fijos en total, tres están a las puertas del concurso de acreedores (Cacaolat, Dhul y Clesa). Mientras, el resto sobrevive instalado en la incertidumbre. Los trabajadores se temen lo peor, mientras cada día se multiplican los problemas, aparecen nuevas deudas y decaen los pedidos y la actividad.

Cacaolat-Letona

Letona, la marca que fabrica el popular Cacaolat, está ultimando su entrada en concurso de acreedores. La dirección de la empresa presentó está reuniendo la documentación necesaria para comenzar el proceso concursal, la antigua suspensión de pagos. El comité de empresa se resigna: "Como está la compañía, tampoco había muchas más alternativas".

"La intervención ayudará a que si hay algún beneficio sirva para pagar las nóminas", aseguran los sindicatos, que denuncian que la firma adeuda una mensualidad a la plantilla. El pago de estos retrasos se está realizando poco a poco y de forma escalonada. El pasado jueves, apenas el 25% de los empleados -aquellos con sueldos más bajos- habían cobrado el total de su salario. Su factoría en Barcelona sigue funcionando y con una notable carga de trabajo. Mientras, el caos reina en los despachos. "Ni ellos saben lo que va a pasar", sentencian fuentes del comité de empresa.

Dhul

"Dhul no es la familia Ruiz-Mateos", explican los trabajadores, que dan por segura la quiebra y auguran "una muerte anunciada" para los próximos días. Sus portavoces sindicales sospechan que los fondos obtenidos por la empresa granadina han sido utilizados para los intereses personales del clan Ruiz-Mateos.

Los sindicatos aseguran se sienten ninguneados al tener que tratar con interlocutores que no son quienes toman las decisiones finales. Esperan entrar pronto en concurso para "no dilatar la agonía". Bajo la tutela judicial creen que se facilitará la entrada de dinero y la posibilidad de un traspaso a mejores manos. Se les debe un mes y medio, una paga especial por el treinta aniversario de la empresa y dos extraordinarias. La solidaridad familiar está siendo la alternativa para sus más de 300 empleados. "Aquí no hay multimillonarios, la mayoría de los trabajadores somos 'mileuristas'", afirman varios operarios.

Clesa

La delegación madrileña de Clesa atraviesa un ERE de seis meses para la totalidad de la plantilla, 307 trabajadores. Tras casi doce horas de reunión, la dirección y los representantes de los trabajadores tomaron hace unos días esta decisión a pesar de que ambas partes consideran que la firma es "viable". Los sindicatos consideran que el expediente es la mejor solución para poder cobrar, el menos, parte de sus prestaciones por desempleo. La principal factoría de la compañía láctea lleva casi dos semanas en el dique seco. A pesar de que la demanda no ha cesado, los pocos pedidos que se comercializan provienen de sus centrales en Caldas de Reis (Pontevedra), Zaragoza y Sevilla.

Esta última planta, en realidad, está alquilada a su antiguo propietario, Central Lechera Asturiana, al que los trabajadores desean volver antes del 14 de junio, fecha en la que vence el contrato de alquiler. La empresa adeuda cuatro mensualidades a sus trabajadores, salvo a aquellos con sueldos inferiores a 1.050 euros. Los sindicatos acusan a Nueva Rumasa de "cargarse" una compañía con más de sesenta años de historia.

Carcesa

La siguiente empresa en entrar en concurso de acreedores será, probablemente, Carcesa, que fabrica para Apis y Fruco. Así lo sospechan los trabajadores después de que los directivos de la compañía hayan empezado a recopilar información para acogerse a este trámite judicial. "Por ahora no hay nada, pero la semana que viene probablemente tendremos nuevas noticias", afirma el comité de empresa. Los delegados sindicales no están en contra de este trámite e incluso lo ven necesario para determinar su viabilidad y seguir adelante con su actividad.

Los trabajadores se consideran perjudicados, porque han prestado al resto del grupo "mucho dinero" y ahora no pueden cobrar sus sueldos. Aún no se les debe ninguna mensualidad, pero de la nómina de febrero sólo han cobrado el 10%. Los sindicatos denuncian que las deudas pendientes han provocado el corte del suministro de gas y la línea telefónica de algunos complejos de la empresa. "Hay que admitir que desde la llegada de los Ruiz-Mateos crecieron los puestos de empleo y aumentamos nuestra gama de productos, pero es inasumible que ahora no nos paguen nuestras nóminas", revelan fuentes sindicales.

Trapa

En Trapa reina el desconcierto. La documentación, según los sindicatos, está en manos del juzgado de lo mercantil de Palencia, pero aún no hay nada definitivo. "No sabemos qué pasará con nosotros en una semana, es horrible", aseguran miembros del comité de empresa.

Los empleados rememoran cómo hace 28 años también fueron víctimas de la expropiación del Gobierno. Pero tras pasar por las manos de numerosos propietarios, finalmente, volvieron a estar bajo el poder de los Ruiz-Mateos. En estos momentos continúan produciendo y están prácticamente al día en los pagos de las nóminas, sólo les resta por cobrar el 40% de su sueldo de febrero.

Quesería Menorquina

"Por nombre no somos muy importantes, pero nuestro cierre puede cambiar la estructura socioeconómica de toda Menorca", explican fuentes sindicales de Quesería Menorquina. En estos momentos, y como la gran mayoría de las empresas de Nueva Rumasa, está en petición de preconcurso. A los trabajadores se les debe parte de la nómina de enero y la totalidad de febrero, se temen que tampoco cobrarán la paga extraordinaria de marzo.

Tras dos meses sin producir, en los que los trabajadores han realizado tareas de limpieza y de inventario, desde el pasado lunes sus empleados están en casa. "Nosotros no hablamos con gente de Ruiz-Mateos, porque no nos creemos nada de lo que dicen", afirman miembros del comité de empresa. En noviembre los sindicatos denunciaron la mala gestión de Nueva Rumasa, que había hipotecado el solar en 15 millones de euros pero "sin haber invertido nada hasta entonces".

Rayo Vallecano

La situación deportiva del club encabezado por la madre de la familia, María Teresa Rivero, nada tiene que ver con su estado económico. La versión oficial es que "sólo se les debe dinero a los jugadores". En la realidad, algunos de sus empleados -delegados y técnicos- han tenido que poner fin a más de 15 años en el Rayo para buscar un sueldo y, además, hay una deuda de alrededor de 40.000 euros en el pago de recibos de luz y gas.

"Los futbolistas no cobran, pero no han bajado los brazos", se congratula un representante del club franjirrojo, que lidera la Segunda División y tiene muchas papeletas para ascender, lo que elevaría sus posibilidades de ser vendido en busca de liquidez.