Joven madre acaricia a su bebé./ Archivo
estudio de chicco

Más de la mitad de las madres ha tenido que dejar alguna vez su trabajo para cuidar a sus hijos

Ambos miembros de la pareja estarían dispuestos a bajarse el sueldo si eso significara poder estar más tiempo con sus niños

MADRID Actualizado: Guardar
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Los padres ayudan, cada vez más, pero las madres son las que están más comprometidas en el cuidado de sus hijos. Y eso hace que la mitad de ellas haya tenido que dejar alguna vez su trabajo para hacerse cargo de su pequeño, frente a un tercio de los hombres, según el II Informe Nacional sobre la Infancia en España 2011, realizado por la empresa Chicco, que ha encuestado a 1.000 padres y a 1.000 madres de España. Ambos miembros de la pareja coinciden, sin embargo, en que dejarían su puesto si su pareja ganara lo suficiente como para mantener a la familia. Y también estarían dispuestos a una reducción de salario si eso significara poder estar más con ellos.

Porque, de acuerdo a los datos de esta investigación, los padres y las madres españolas desearían poder más tiempo con sus hijos (para jugar, para ir de paseo, para comer con ellos e incluso para bañarles), y la imposibilidad de hacerlo le genera a más de la mitad de ellos sentimientos de culpa. Y si los niños hablaran, también querrían estar más con sus progenitores. Incluyendo los fines de semana, las madres pasan una media diaria de 13,6 horas con sus niños, por menos de la mitad (6,2 horas) de los padres.

Para cubrir esta carencia aparecen los abuelos: tres de cada cuatro de ellos influyen de forma importante en la educación de sus nietos. Las guarderías y las chicas cuidadoras también participan en esta tarea de formar a los más pequeños.

La disciplina es uno de los aspectos que más diferencian a los padres de las madres. Durante el primer año de vida del pequeño, ambos son más flexibles y cogen al niño en brazos cada vez que llora, le dan chupete o le dejan dormir todo lo que quieran. Pero a partir de esa edad, las cosas cambian. Ellas son más estrictas a la hora de darle chucherías o hacerles recoger y ordenar sus juguetes. Y a la hora de valorarse, todos se dan un notable alto y creen que son buenos padres.