crisis política

Irlanda celebrará el 25 de febrero unas elecciones anticipadas por la crisis

El primer ministro, Brian Cowen, anunció ayer que no se presentará a los comicios

DUBLÍN Actualizado: Guardar
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El primer ministro irlandés, Brian Cowen, se ha despedido hoy de la política convocando para el próximo 25 de febrero unas elecciones generales anticipadas por la profunda crisis económica que obligó a la Unión Europea a rescatar al país.

El anuncio se produjo después de que el 'Taoiseach' (primer ministro) obtuviese de la presidenta de Irlanda, Mary McAleese, autorización para disolver el Parlamento nacional (Dáil). Antes, Cowen, de 51 años, aprovechó la última sesión parlamentaria de esta legislatura para repasar sus más de 27 años de carrera política, después de anunciar ayer que no se presentará a los comicios.

El líder más impopular del país, según las encuestas, puso así fin a poco más de dos años al frente de un Ejecutivo en el que sustituyó a Bertie Ahern. A pesar de su breve mandato, al primer ministro irlandés se le culpa de los errores cometidos durante más de 14 años en el poder por su partido, el Fianna Fáil (FF), arquitecto de la llamada economía del Tigre Celta y responsable, también, de su colapso. Aunque se empeñe en ello, tampoco se le reconocerá su trabajo para poner el punto final al proceso democrático en Irlanda del Norte. La paz en la provincia estará siempre asociada a Ahern y a su colega británico, Tony Blair.

Por esos motivos, durante su última intervención en el Dáil, Cowen recordó que su Ejecutivo ha tenido que tomar muchas decisiones "impopulares" por el bien del país. "Quiero decir -insistió- que, aunque los últimos dos años han sido duros, creo que hemos trabajado mucho para corregir los fracasos del pasado y para asegurar la recuperación de nuestro país en el futuro". El 'Taoiseach' expresó su deseo de que la gente recuerde cuáles fueron sus motivaciones a la hora de tomar decisiones políticas, así como el contexto en el que se tomaron. "Creo que, por encima de todo, la política debe estar al servicio del pueblo. Esa ha sido mi motivación desde que empecé y me he mantenido fiel a ella hasta el final. Cada decisión, puedo decir con honestidad que se tomó atendiendo al bien común", señaló.

Revisión del calendario electoral

Cowen había fijado hace dos semanas la fecha del 11 de marzo para la cita electoral, pero la presión de la oposición, la retirada del Partido Verde del Ejecutivo de coalición con el FF y la dimisión de varios ministros de su gabinete le forzaron a revisar el calendario. Gobierno y oposición acordaron entonces acelerar la aprobación de la nueva Ley de Finanzas, que incluye los presupuestos generales para 2011 y el plan de ajuste de la economía nacional para los próximos cuatro años. De su introducción depende que Irlanda pueda acceder a los 65.000 millones de euros incluidos en el rescate financiero de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El caso es que Cowen abandona la política dejando al país sumido en una de las peores crisis económicas de su historia, pero se va con una jubilación de 150.000 euros anuales, que ha suscitado las criticas hoy en los medios de comunicación. El primer ministro ha sido desde hace 27 años diputado por la circunscripción de Laois-Offaly (centro del país), lo que le da derecho a recibir una pensión de unos 50.000 euros anuales inmediatamente, ya que supera los 50 años.

También ocupó entre 1992 y 2008 las carteras de Finanzas, Asuntos Exteriores, Sanidad, Trabajo y Transporte, por lo que recibirá una pensión de unos 100.000 euros anuales, para cuyo cálculo se añade su salario de primer ministro. En total, 150.000 euros libres de impuestos más un finiquito de 16.000 euros para este abogado de profesión. Tras el rescate financiero de Irlanda, Cowen acometió el pasado diciembre un severo programa de ajustes en la economía nacional y, entre otras medidas, redujo en 14.000 euros sus emolumentos para, según dijo, "compartir el dolor" con sus ciudadanos. Cowen cobraba hasta entonces 228.466 euros al año, 57.117 euros menos que en 2009, pero continuó siendo uno de los jefes de Gobierno mejor pagados del mundo.