Una marea humana toma las calles al grito de 'Vete, Mubarak'

El mundo árabe se tambalea. A la tormenta política en Túnez le ha seguido la caída del Gobierno en Jordania y, sobre todo, la protesta histórica en Egipto. Una marea humana de cientos de miles de personas ha tomado la plaza de Tahrir, en el centro de El Cairo, y decenas de miles más colapsan las calles aledañas, que siguen recibiendo a gente en una claro desafío al toque de queda en el país. Los manifestantes, que llevan días en la calle, exigen la dimisión inmediata del presidente egipcio, Hosni Mubarak, y la convocatoria de elecciones libres. El clima de la protesta es entre festivo y reivindicativo y se prodigan las tribunas improvisadas desde las que se lanzan discursos y se agitan banderas y pancartas con lemas como "La gente ha despedido al presidente" o "Mubarak, vete".

Las cadenas de televisión árabes hablan de "cientos de miles" de manifestantes: Al Yazira asegura que se ha superado el millón de personas congregadas en el centro de El Cairo; Al Arabiya mantiene una cifra más prudente y habla de "alrededor de 200.000".

Ultimátum de El Baradei

Poniendo voz a los manifestantes, el opositor egipcio Mohamed el Baradei, que ha pedido a Mubarak que abandone el poder antes del próximo viernes. En declaraciones a Al Arabiya, el premio nobel de la paz, que llegó a El Cairo el pasado jueves para sumarse a las protestas, ha rechazado entablar cualquier tipo de conversaciones antes de que se vayel presidente. Para el exdirector de la Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), "la partida de Mubarak debe anteceder a cualquier diálogo" y considera que la salida del jefe de Estado egipcio es necesaria "para evitar un derramamiento de sangre".

También ha indicado que "se debe iniciar un diálogo nacional y global para estudiar el periodo pos-Mubarak". Y ha apuntado que "deben disolverse las dos cámaras del Parlamento y dejar sin efecto la actual Constitución, y se requiere una etapa interina". El principal grupo opositor del país, los Hermanos Musulmanes, y la Asamblea Nacional para el Cambio, que encabeza El Baradei, muy criticado dentro de Egipto por sus largas ausencias, han anunciado la creación de un comité para analizar con el Ejército el final del régimen.

Protesta pacífica

Pese a las trabas del régimen, como las continuas interrupciones del servicio de telefonía móvil o las aglomeraciones ante la falta de transportes públicos, pocos disimulan la euforia ante la masiva respuesta de los egipcios, muchos de los cuales han venido desde distintas ciudades del país. Cualquier caseta o lugar elevado sirve para enardecer a las masas y lanzar un mensaje unívoco, al margen de ideologías o credos: "Que se vaya Mubarak". Entre quienes se dirigen a los manifestantes se encuentra el conocido presentador de la televisión pública egipcia Mahmud Saad y también hay clérigos islámicos que gozan de especial predicamento entre los musulmanes del país.

La marcha y la huelga general de este martes han sido convocadas por el Movimiento Opositor 6 de Abril, una red juvenil surgida a través de Facebook y cuyo nombre rinde homenaje a los miles de egipcios que apoyaron en abril de 2008, a través de internet, las movilizaciones laborales del Delta del Nilo contra el aumento de los precios. Los manifestantes, tanto en El Cairo como en otras ciudades del país, insisten en que los últimos cambios ministeriales no les aplacarán y aseguran que su principal objetivo es derrocar a Mubarak y deshacerse de todo su entorno.

Histórico comunicado del Ejército

Mientras tanto, el Ejército ha asegurado por primera vez que no empleará la fuerza contra el pueblo egipcio, según un comunicado de la Fuerzas Armadas difundido por la televisión pública. Los militares "nunca han utilizado ni van a utilizar la fuerza contra este pueblo" y afirman que la presencia de soldados en las calles es "para garantizar la seguridad del pueblo egipcio".

El comunicado agrega que "la libertad de expresión de manera pacífica es aceptable", aunque "hay que evitar que el país se desestabilice". En ese sentido, indica que "es inaceptable que los que están fuera de la ley intimiden al pueblo egipcio" y pide a los ciudadanos que "protejan los propiedades públicas y privadas". Además, el comunicado asegura que "las Fuerzas Armadas son conscientes de las legítimas demandas del pueblo".