Al menos siete muertos en Guatemala por una bomba arrojada a un autobús

Las fuerzas de seguridad de Guatemala han capturado a una supuesta pandillera, sospechosa de ser la autora del atentado con una bomba casera contra un autobús del servicio de transporte público que ha causado siete muertos.

El fiscal contra el crimen organizado, Rony López, ha revelado que la captura se realizó gracias a una "foto robot" elaborada con el testimonio de una superviviente del ataque. La detenida, identificada como Sonia Véliz, alias 'La Paquetona', de 20 años, fue detenida en la colonia El Milagro, un barrio popular de la periferia oeste de la capital que ha sido objeto de una amplia operación por ser guarida de una célula de la temida Mara 18. Decenas de agentes de la policía, acompañados de soldados y fiscales, registraron al menos diez viviendas en esa zona, en busca de pruebas que puedan llevarles hasta los integrantes de la denominada 'Little Sayco Criminal', el grupo que se sospecha cometió el ataque.

Véliz, según López, ha sido identificada por los testigos como la mujer que colocó el artefacto dentro del autobús y que se apeó minutos antes de que tuviera lugar la explosión, huyendo en un vehículo que la esperaba.

La explosión incendió el autobús, que cubría la ruta entre el municipio de San Juan Sacatepéquez, en la periferia noroeste de la capital, y el centro de la ciudad. El ataque se hacobrado la vida de siete personas, entre ellas Alicia Zacarías, de 35 años, y sus hijos Nury y Gerson Cac Zacarías, de 3 y 11 años, respectivamente, así como Rigoberto García, de 69; Gladis Ordóñez, de 36; Ambrocio Vásquez, de 48; y Dora Rodas, de 54.

Fuentes del hospital Roosvelt han apuntado que de los 16 heridos trasladados a ese centro asistencial, catorce han sido dados de alta y sólo dos siguen internados debido a la gravedad de las quemaduras sufridas.

Precedentes

Gamaliel Chin, presidente de la Gremial de Transportistas de Rutas Cortas Extraurbanas, ha señalado que ese grupo pandillero es el responsable de las extorsiones de los últimos años a chóferes y empresarios de Transportes Quetzal, la compañía a la que pertenecía el autobús atacado. El empresario ha asegurado que desde diciembre pasado venían pidiendo ayuda a las autoridades debido a las amenazas de los pandilleros, que les exigían el pago de "un aguinaldo" por cada uno de los vehículos que cubre la ruta a San Juan Sacatepéquez. "Hubo varias amenazas sobre que si no se pagaban las extorsiones habría atentados contra las unidades. Toda esa información la tenía el Ministerio Público", ha manifestado Chin.

El portavoz de la Policía Nacional Civil (PNC), Donald González, ha resaltado que los expertos en explosivos determinaron que el incendio en el autobús fue provocado "por una bomba casera". "Estamos trabajando en dos líneas de investigación", ha añadido González.

Desde hace más de ocho años, empresarios y trabajadores del servicio de transporte público, así como de pequeños negocios de barrio, son víctimas de extorsiones de las temidas maras, que asesinan a quienes se resisten a pagar los chantajes. El año pasado, según estadísticas de la organización humanitaria Grupo de Apoyo Mutuo, fueron asesinados 119 chóferes y 51 ayudantes del servicio de transporte público, así como 110 pequeños comerciantes, todos víctimas de estos grupos criminales. Según la PNC, muchas de las víctimas fueron asesinadas a pesar de que habían pagado las extorsiones exigidas.

Aunque las autoridades han desarrollado numerosos operativos para detener a estos grupos delictivos, que en 2010 les permitieron la captura de 543 supuestos extorsionador, 290 menos que los detenidos en 2009 por ese motivo, la incidencia de este tipo de delitos no se ha reducido.