SE REABRE LA POLÉMICA

Marruecos tacha de «provocadora» la visita de Rajoy a Melilla

El primer ministro El Fasi considera que el viaje de mañana supone "un ataque manifiesto a la dignidad y al sentimiento nacional" de los marroquíes

RABAT Actualizado: Guardar
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Tras un verano de tensión en la frontera de Melilla, las relaciones entre España y Marruecos se pueden volver a tensar por unas declaraciones del primer ministro marroquí. Abás El Fasi ha rechazado, en su calidad de secretario general del partido nacionalista Istiqlal, la visita que el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, tiene previsto realizar mañana a la ciudad de Melilla, y la ha calificado de "provocadora". En una carta dirigida a Rajoy, difundida por la agencia oficial MAP, El Fasi considera que este viaje supone "un ataque manifiesto a la dignidad y al sentimiento nacional" de los marroquíes. La visita se produce un día antes de que se celebre el 'Día de Melilla', en el que se conmemoran sus 513 años de españolidad.

"Nosotros, en el partido del Istiqlal, expresamos nuestra profunda decepción y nuestro rechazo total a esta visita provocadora", señala en la carta El Fasi, para quien "este viaje no hará más que empañar el clima cordial que prevalece entre los dos países". Para el primer ministro marroquí, "es un ataque a los sentimientos profundamente enraizados en el conjunto de componentes del pueblo marroquí y un comportamiento en contraste con el espíritu de amistad y los principios de buena vecindad y respeto mutuo, así como con las relaciones francas y sinceras entre los dos reinos".

Marruecos vuelve a hablar de "ocupación"

Tras la crítica, El Fasi reitera su llamamiento a un "diálogo sereno y responsable" para poner fin, insiste, "a la ocupación de las ciudades de Ceuta y Melilla y de las islas vecinas", que ya realizó en el Parlamento marroquí en un discurso el pasado 17 de mayo. El Istiqlal es miembro de la Internacional Demócrata de Centro, y socio en ésta del PP, partido con el que tradicionalmente ha mantenido estrechas relaciones, que se han traducido en la presencia de dirigentes populares en los congresos de este partido marroquí.

La respuesta del Gobierno a estas críticas ha llegado en forma de defensa de la "españolidad de Ceuta y Melilla", que está "fuera de toda discusión", como han apuntado fuentes de Exteriores. Esta cuestión no es "objeto de debate", han recalcado. El Ministerio ha reiterado que Rajoy es libre de visitar las ciudades que estime conveniente y ha mostrado su confianza en que la visita de mañana se realice en línea con las relaciones de vecindad y colaboración que mantienen España y Marruecos. Miguel Ángel Moratinos se refirió ayer en el Senado, durante una interpelación, a las relaciones entre España y Marruecos y advirtió al PP de que el Gobierno marroquí sigue con interés los debates y "tomará nota" de sus críticas al país vecino, por lo que le instó a sumarse a una política de Estado para reforzar "intereses vitales" para España. El jefe de la diplomacia española acusó al PP de querer alimentar una tensión que no existe y dejó claro que Rabat y Madrid tienen el suficiente caudal de confianza mutua para resolver los incidentes que periódicamente surgen. Similar mensaje el que ha lanzado el PSOE, que considera que aunque Rajoy "está en su perfecto derecho a viajar donde quiera" confía en que su viaje a Melilla "sea para ayudar".

Un verano de tensión

La presencia de Rajoy en Melilla tendrá lugar casi un mes después de la visita del ex presidente del Gobierno José María Aznar, de la que el líder de los populares fue informado por quien fuera su antecesor al frente del PP. Será la primera visita de Rajoy a la ciudad autónoma tras la polémica de este verano, surgida después de la denuncia de cinco jóvenes marroquíes supuestamente golpeados por fuerzas policiales españolas en la frontera con Melilla, un extremo negado por la Policía. El Gobierno de Marruecos reprobó hasta con cinco comunicados la actuación de los agentes españoles hacia los ciudadanos de su país y los inmigrantes subsaharianos. Tras eso llegaron las burlas hacia las mujeres policía que trabajan en la frontera y los bloqueos de mercancías.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, zanjó la polémica el pasado 23 de agosto en un viaje a Rabat, en el que se entrevistó con el monarca alauí Mohamed VI y con su homólogo marroquí, Taieb Cherkaui, y en el que se prometió un aumento de la cooperación policial.