dos años del accidente de barajas

Un superviviente del vuelo de Spanair asegura que «no hay humano que asimile lo ocurrido»

Rafael asegura que "es difícil olvidar la imagen de gente muriendo alrededor", a pesar de la ayuda psicológica recibida

MADRID Actualizado: Guardar
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Rafael, uno de los 18 supervivientes de la tragedia del vuelo de Spanair en la que fallecieron 154 personas, ha asegurado que a pesar de los dos años transcurridos "no hay humano que asimile lo ocurrido ya que, en este caso, la realidad supera a la ficción". Rafael ha asegurado que "es difícil olvidar la imagen de gente muriendo alrededor", a pesar de la ayuda psicológica que han recibido los supervivientes.

Rafael estuvo a punto de fallecer por una contusión pulmonar y ha tenido que someterse a múltiples operaciones en la columna vertebral, hombro, tibia y peroné. Dos años después, este superviviente aún continúa sometiéndose a intervenciones por problemas en la tibia, ya que como ha recordado, la situación "se complicó mucho por estar esperando 40 minutos a emergencias y se contaminó mucho". El motivo por el que Rafael había tomado aquel vuelo en el verano de 2008 era ir a hacer surf a Las Palmas.

No ha vuelto a subir a un avión

Juan Pablo Flores es otro de los supervivientes del vuelo JK5022 de Spanair, en el que murieron 154 muertos y entre los que se ecuentraba su hermana. Juan Pablo revive estos días de aniversario la tragedia de 2008 y, desde la Asociación de afectados, ha insistido en la necesidad de conocer la verdad de lo que sucedió. En declaraciones a RNE, Flores ha asegurado que el proceso es "largo" ya que va por una doble vía. Al igual que sus compañeros en la asociación, denuncia las incógnitas que quedan por resolver: "No sólo un fallo humano se da para producir un accidente aéreo. Se tienen que rebasar diferentes barreras", ha recriminado, convencido de que "falló el sistema antes y después del accidente".

Recordando el trágico día, Flores se ha lamentado de que despegaron cuando no tenían que haber despegado. "Ojalá nos hubieran cambiado de avión", ha repetido en un par de ocasiones. Desde que ocurrió no ha sido capaz de subir a un avión porque hay "situaciones que le hacen recordar los momentos previos", y asegura no tener "la suficiente fuerza o entereza" para montar en uno de ellos.