Multitudinario adiós a las víctimas de la tormenta

Miles de vecinos de Bujalance y Aguilar de la Frontera (Córdoba) han despedido esta tarde a las tres víctimas mortales de la tromba de agua de la noche del lunes, un joven y su tía, que fallecieron cuando el agua arrastró el todoterreno en el que viajaban, y un hombre, que murió aplastado por un muro.

Unas 6.000 personas, según fuentes municipales, se agolpaban en la plaza de San José de Aguilar de la Frontera para despedir a dos de sus vecinos, J.A.U.V., de 29 años, y su tía, E.P.C., de 56, que fallecieron después de que el coche en el que viajaban fuera arrastrado por el agua en las inmediaciones de la laguna Zóñar.

Por otra parte, el barro es hoy la gran pesadilla de los vecinos, aunque ya han quitado lo más gordo todavía les queda mucho que limpiar. No puede evitar echarse a llorar al ver su tienda destrozada. El dueño de este concesionario tampoco sabe que será de su negocio. No ha podido salvar ni un solo coche. Para estos vecinos es imposible volver a la normalidad.

Algunos lo han perdido todo. Otros están vivos de milagro. Francisco fue arrastrado por la riada, pero un vecino logró salvarle la vida. En Bujalance, muchas casas siguen anegadas y los vecinos empiezan a perder la paciencia. A los daños de la riada se une otro problema. Las lluvias han roto la tubería que conduce el agua potable. Los 8.000 vecinos tienen que abastecerse con camiones cisterna.