DISIDENCIA EN LA ISLA

Fariñas abandona la huelga de hambre que comenzó en homenaje a Orlando Zapata

En estos meses, el opositor, junto a las Damas de Blanco, se ha convertido en uno de los rostros más internacionales de la disidencia interna

LA HABANA Actualizado: Guardar
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El disidente cubano Guillermo Fariñas ha abandonado una huelga de hambre y sed de 134 días que comenzó en homenaje al preso Orlando Zapata, fallecido el pasado mes de febrero también tras un largo ayuno para pedir ser tratado como preso de conciencia.

En estos meses, Fariñas, junto a las Damas de Blanco, se ha convertido en uno de los rostros más internacionales de la disidencia interna de la isla en su causa para exigir la libertad de los presos políticos cubanos. Con su largo ayuno, este psicólogo y periodista independiente ha puesto en peligro su vida, por la que se temía hace unos días debido a una trombosis yugular.

Guillermo Fariñas ha pasado la mayor parte de su huelga de hambre en la unidad de terapia intensiva del Hospital de Santa Clara, donde fue ingresado el 11 de marzo y donde ha recibido tratamiento médico así como sueros de hidratación y alimentación parenteral. Su organismo ha demostrado una extraordinaria capacidad de resistencia después de otros 23 ayunos de protesta realizados desde 1995, los más largos en 2002-03 (14 meses) y huelgas de hambre, la más prolongada por 7 meses en 2006.

Nacido en la ciudad cubana de Santa Clara (centro), el 3 de enero de 1963, familiarmente se le conoce por el sobrenombre de "Coco", apodo que le puso su abuelo por el color de su piel más claro a diferencia del resto de los miembros de su familia. Es hijo de un revolucionario que luchó contra la dictadura de Batista y formó parte de la expedición del Che a Zaire, en 1965, y de Alicia Hernández, una enfermera ya jubilada.

Estudiante contrario al régimen castrista

Cursó estudios en la escuela militar preuniversitaria "Camilo Cienfuegos" de su ciudad natal, a la que sus padres le enviaron para sacarle del barrio marginal de La Chirusa. A los 14 años fue elegido militante de la Juventud Comunista y en 1981 enviado a la guerra de Angola como integrante de las tropas especiales cubanas a la provincia central de Huambo, donde fue herido en combate y dos veces condecorado, según una autobiografía que entregó a la prensa al inicio de su huelga.

Después, viajó a la antigua Unión Soviética, pero en 1982 dejó el Ejército cubano después de que, en un accidente, por negligencia de un superior soviético, inhalara un gas neuroparalizante, por el que estuvo internado en un hospital varios meses. De regreso a Cuba, se le ofreció estudiar una carrera y optó por Psicología, en la que se graduó por la Universidad Central de Las Villas, donde manifestó su desacuerdo con aspectos de la línea política oficial.

Tras su graduación trabajó como psicólogo clínico en Camajuaní y, siendo allí secretario general de la Juventud Comunista, fue expulsado de la organización por disentir de la condena a pena de muerte, impuesta en julio de 1989, al general Arnaldo Ochoa, acusado de narcotráfico, actos hostiles contra un Estado extranjero y abuso en el cargo.

En 1991, Fariñas se trasladó a La Habana para trabajar en un hospital infantil, donde se enfrentó a la directora, a quien denunció por la sustracción de unos materiales destinados a la rehabilitación de la institución sanitaria. Ese incidente, ocurrido en febrero de 1996 tuvo como consecuencia la detención y encarcelamiento de Fariñas en el penal habanero de Valle Grande durante nueve meses a la espera de juicio.

Más de 20 huelgas de hambre

Fue entonces cuando Fariñas empezó a manifestarse como un preso de los que se declaran "plantados" (porque se niegan a vestir el uniforme de preso común por considerarse prisioneros de conciencia) y dio comienzo a la primera de sus más de 20 huelgas de hambre. De regreso a su ciudad natal, dirigió el Foro de Estudios Sociales Martha Abreu, y la Biblioteca Independiente Dr. Roberto Ávalos, presidió el Colegio de Pedagogos en Villa Clara, coordinó el opositor Partido Liberal Democrático de Cuba y asesoró al disidente Movimiento Democrático Cristiano de Cuba.

En octubre de 2002 fue encarcelado y condenado a seis años y diez meses de prisión por los delitos de desorden público y atentado, pero fue puesto en libertad con una licencia extrapenal por razones de salud en diciembre de 2003.

Desde entonces, se incorporó a la prensa independiente; en septiembre de 2005 fue agredido en público por partidarios del gobierno, y el 31 de enero de 2006 inició una larga huelga de hambre de siete meses, la vigésima en su cuenta particular, en demanda de un acceso libre a Internet para los cubanos. En esa ocasión, también estuvo recluido en el hospital provincial de Santa Clara, donde recibió sueros por vía intravenosa y fue intervenido por un neumotórax.

El 31 de agosto puso fin a la huelga de hambre después de que varios disidentes se lo aconsejaran a causa de su delicado estado de salud, que le obligó a utilizar una silla de ruedas. Esta huelga tuvo gran repercusión internacional y le valió varios reconocimientos como el Premio de Derechos Humanos de Weimar de 2006, aunque las autoridades de la isla no le otorgaron el permiso para viajar a recogerlo.