ecos de la guerra fría

Dos de los supuestos espías revelan su identidad rusa

'Michael Zottoli' y 'Patricia Mills', arrestados el pasado domingo en Arlington, se llaman en realidad Mikhail Kutzik y Natalia Pereverzeva

WASHINGTON Actualizado: Guardar
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Dos de los once sospechosos de espiar para Moscú en suelo estadounidense han revelado su verdadera identidad rusa en sendas declaraciones dadas tras su arresto. El matrimonio compuesto por 'Michael Zottoli' y 'Patricia Mills', fueron detenidos el pasado domingo en Arlington, en el estado de Virginia (este), junto con Mikhail Semenko. Zottoli y Mills han admitido que son ciudadanos rusos que viven en Estados Unidos con identidades falsas y sus nombres verdaderos son Mikhail Kutzik y Natalia Pereverzeva, según ha indicado la Fiscalía.

La confesión se ha producido un día después de que Juan Lázaro, otro sospechoso en el caso, admitiera ante la fiscalía de Nueva York que trabajó para los servicios de espionaje del Gobierno de Moscú con una identidad falsa.

Zattoli, Mills y Semenko, se han presentado brevemente ante la Corte Federal de Alexandria y la jueza Theresa Buchanan ha decidido que permanezcan en prisión hasta que se celebre la primera audiencia preliminar, que ha fijado para el próximo miércoles.

Cargos de conspiración

El pasado domingo el FBI detuvo a diez personas en distintas ciudades de Estados Unidos por servir supuestamente como agentes del Gobierno de Rusia en territorio estadounidense de manera ilegal. 'Richard Murphy' y 'Cynthia Murphy' fueron arrestados en su residencia en Montclair (Nueva Jersey). Vicky Pelaez y 'Juan Lazaro' fueron detenidos en su domicilio en Yonkers (Nueva York), y Anna Chapman fue arrestada en Manhattan (Nueva York). 'Michael Zottoli', 'Patricia Mills' y Mikhail Semenko fueron detenidos en Arlington, y 'Tracey Lee Ann Foley' y 'Donald Howard Heathfield', en Boston. El FBI también buscaba a 'Christopher R. Metsos', que fue detenido brevemente en Chipre, y que se encuentra en paradero desconocido tras quedar en libertad bajo fianza.

Los acusados se enfrentan a cargos de conspiración por actuar como agente extranjero sin notificación ante el fiscal general de EEUU y a algunos de ellos además se les imputan cargos por lavado de dinero.