Obama destituye a McChrystal por sus críticas a altos cargos del Gobierno y pone en su lugar a Petraeus

Menos de media hora es el tiempo que el presidente de EEUU, Barack Obama, ha concedido al general al frente de las tropas en Afganistán, Stanley McChrystal, para que justificara las críticas que dedica al Gobierno en un reportaje de la revista Rolling Stone. Tras esa breve cita, el mandatario se ha reunido con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, para concretar la destitución de McCrhystal, que se ha hecho oficial dos horas después. Obama aparta al comandante de las tropas de EEUU y la OTAN en Afganistán y en su lugar nombrará al hasta hora jefe del Estado Mayor norteamericano, el general David Petraeus.

En una comparecencia ante la prensa, Obama ha presentado la salida de McChrystal como una dimisión. El presidente ha explicado que ha aceptado "con pesar" esa renuncia del comandante de las fuerzas norteamericanas en Afganistán porque es "lo correcto" tanto para el Ejército estadounidense como para la guerra en Afganistán. Aunque ahora sea el comandante del mando central de Estados Unidos, el general David Petraeus, el que asuma el mando en el país asiático, no habrá "diferencias en la política".

El mandatario ha elogiado la "inteligencia y dedicación" de McChrystal y ha subrayado que siempre acató "fielmente" las órdenes que le dio. También ha apuntado que "todos los americanos deberían estar agradecidos por su destacable carrera". "Es difícil perder al general McChrystal pero creo que es la decisión correcta", ha insistido al subrayar la importancia de que exista coordinación entre las autoridades militares y civiles en la lucha contra los talibán y Al Qaeda en Afganistán.

Encuentro fugaz en la Casa Blanca

McChrystal había sido convocado de urgencia a Washington para mantener reuniones en el Pentágono y la Casa Blanca tras la publicación de una entrevista en la que se muestra muy escéptico sobre algunos funcionarios de alto rango. Tal y como declaró ayer Obama, que calificó las críticas del general de "error de juicio", primero ha escuchado sus explicaciones, en menos de media hora, y luego ha actuado. No ha habido sorpresas porque desde que trascendió el reportaje de la revista se daba por hecho que el general no podía seguir ni un dí más al frente de la misión que más quebraderos de cabeza está provocando en la Administración norteamericana.

En el artículo que publica Rolling Stone, McChrystal se muestra muy crítico contra el enviado especial estadounidense para Afganistán y Pakistán, Richard Holbrooke, al que describe como un "animal herido" y del que afirma que teme hasta leer sus correos electrónicos. El general también se declara "traicionado" por la filtración el año pasado de un cable clasificado del embajador de EEUU en Kabul, Karl Eikenberry, que expresaba dudas sobre la conveniencia de reforzar con más soldados al desprestigiado Gobierno afgano.

Aún más despectivos son los comentarios que, según el artículo, profieren otros asesores del general, que describen al consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, James Jones, como "un payaso" que "se ha quedado en 1985". McChrystal quedó al frente de las tropas en Afganistán hace un año, en sustitución del general David McKiernan, que abogaba por una estrategia más convencional en ese país.