El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad. / Archivo
cumbre en Nueva York

Ahmadineyad exige la retirada de EEUU de la OIEA por utilizar armas nucleares contra Japón e Irak

Lejos de atender a la petición de la ONU y esclarecer su programa nuclear, el presidente iraní cumple con los pronósticos de sembrar la polémica

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La Conferencia de Revisión del Tratado de No Proliferación (TNP) ha comenzado este lunes en la ONU con el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, como protagonista y el temor de que la disputa sobre el programa nuclear iraní conduzca en este foro de desarme a un nuevo fracaso. El presidente iraní ha iniciado su discurso pidiendo la suspensión de EEUU del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) por haber sido el único país en lanzar una bomba atómica. La respuesta del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha sido contundente. Ha señalado que los países que no cumplan con las obligaciones internacionales en materia nuclear serán "menos seguros" y estarán "más aislados", en un mensaje velado a estados como Irán.

Ahmadineyad exige que Washington se retire de ese organismo "por haber lanzado dos bombas nucleares contra Japón y haber utilizado armamento con uranio empobrecido en la guerra de Irak", a lo que EEUU, Reino Unido y Francia han respondido ausentándose de la Asamblea General. Asimismo, ha pedido que "se considere que cualquier amenaza de usar armas nucleares o de atacar instalaciones nucleares pacíficas es un atentado contra la paz y la seguridad internacionales".

Las críticas del presidente de Irán, el único jefe de estado que asiste a la Conferencia de Revisión del Tratado de No Proliferación, se han dirigido también hacia el Consejo de Seguridad de la ONU, al que ha acusado de "injusto e ineficiente", además de "estar al servicio de los intereses de los estados con armamento nuclear". Asimismo pide el desmantelamiento del armamento nuclear "de las bases militares de Estados Unidos y sus aliados en otros países, incluyendo Alemania, Italia, Japón y Holanda".

El tratado, una "piedra angular" para Obama

Por su parte, Obama ha indicado que este tratado ha sido durante cuatro décadas "la piedra angular de los esfuerzos colectivos para prevenir la informaciones de estas armas". "Pero hoy, este acuerdo se encuentra bajo una presión creciente", ha afirmado el dirigente, defensor de "frenar la expansión de las armas nucleares" y de "perseguir la paz y la seguridad de un mundo" sin este tipo de arsenales.

"Durante las próximas semanas, veremos si las naciones con armas nucleares cumplen sus obligaciones del TNP para avanzar hacia el desarme nuclear", ha agregado. Como aval de la buena voluntad internacional, ha citado la firma del nuevo tratado START con Rusia para reducir el arsenal atómico de los enemigos durante la Guerra Fría y la cumbre iniciada en Nueva York.

A su juicio, "la Historia demuestra que las naciones que persiguen este camino (el del desarme) logran mayor seguridad y oportunidades como miembro integrado de la comunidad internacional". En cambio, ha añadido, "las naciones que ignoran sus obligaciones se encuentran menos seguras, menos prósperas y más aisladas". "Esta es la elección que los países deben tomar", ha apostillado, sin aludir directamente a ningún país.

Hasta el 28 de mayo

El secretario general de la Naciones Unidas, Ban Ki-moon, fue el encargado de inaugurar los trabajos con un llamamiento al mandatario iraní para que disipe las dudas de la comunidad internacional sobre su programa nuclear. "Animo al presidente de Irán a que actúe de manera constructiva. Hay que dejar claro que Irán tiene la responsabilidad de clarificar las dudas y las preocupaciones sobre su programa", ha señalado Ban en la apertura de la conferencia, previa la discurso de Ahmadineyad.

Pese a las polémicas que puedan surgir, el organismo internacional encara esta conferencia de revisión, que se prolongará hasta el 28 de mayo, con la misión de lograr un avance real en la puesta en marcha del tratado, tras el fracaso de la reunión de 2005.

El presidente de la conferencia, el filipino Libran Cabactulan, sostiene que hay motivos para el optimismo dado el ambiente favorable al desarme nuclear que se respira últimamente en la política internacional. Prueba de ello, señala, es el tratado de reducción de arsenales nucleares firmado el pasado 8 de abril en Praga por los presidentes de EEUU, Barack Obama, y Rusia, Dmitri Medvédev. Para Cabactulan, el encuentro debe ser un "un mercado de ideas" sobre cómo avanzar en la eliminación de los arsenales nucleares. "No puedo garantizar que será un éxito, porque son los países signatarios los que deben conseguir los resultados, pero les trataré de ayudar a que cumplan con sus responsabilidades", agregó.

El fracaso de 2005

Sobre esta nueva conferencia del tratado de no proliferación planea el fracaso de su anterior edición, en 2005, que concluyó sin lograr progresos significativos. Los asuntos que quedaron pendientes entonces son ahora el punto de partida del debate general, que va a contar con las intervenciones de los jefes de las delegaciones de alto nivel. Entre esos asuntos se encuentran el carácter universal del tratado, la puesta en marcha de acciones concretas para reducir los arsenales, el cumplimiento de los apartados de no proliferación y medidas para impulsar el uso pacífico de la energía nuclear.

El TNP, que entró en vigor en 1970, compromete a los países firmantes a usar sólo con fines pacíficos su potencial nuclear, mientras que garantiza que las cinco potencias atómicas oficiales -EEUU, Gran Bretaña, Francia, China y Rusia- reducirán de forma gradual sus arsenales nucleares hasta eliminarlos.