muere tras 85 días en huelga de hambre

La disidencia cubana denuncia un «verdadero estado de sitio» en el entierro de Zapata

Los opositores al régimen castrista señalan que se ha desatado una nueva oleada de represión política

LA HABANA Actualizado: Guardar
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Los restos del preso político cubano Orlando Zapata Tamayo han sido sepultados en Banes, su pueblo natal en la provincia oriental de Holguín, que estaba "bajo un verdadero estado de sitio", según han denunciado los opositores.

Elizardo Sánchez, portavoz de la Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, ha explicado que Banes estaba "ocupada desde el martes", cuando murió Zapata tras 85 días en huelga de hambre para pedir que le trataran como "preso de conciencia", un estatus que le reconocía Amnistía Internacional.

Al menos 50 disidentes han sido detenidos en los últimos días o forzados a quedarse en sus casas para evitar que fueran al velatorio y el entierro en Banes. "Era como un pueblo tomado por el ejército japonés en Filipinas", con todas las entradas y los lugares públicos tomados por agentes de la seguridad del Estado, detallaba Sánchez, que confirmaba lo que ya habían denunciado desde el miércoles otros disidentes.

El régimen retiene el cadáver

La oposición y la familia de Zapata acusan al régimen castrista de haber retenido hasta después del mediodía del miércoles el cadáver de Zapata y de exigir a la madre, Reina Tamayo, que lo sepultara ese mismo día. Según Sánchez, la familia se sintió insultada, pidió la oportunidad de velar el cadáver y entonces, tras consultar a La Habana, los agentes de seguridad aceptaron finalmente atrasar el entierro, primero solo unas pocas horas y finalmente hasta las siete de la mañana de hoy. "Querían enterrarlo antes de que Banes se despertara", ha denunciado el portavoz de la CCDHRN.

La bloguera Yoani Sánchez ha sido una de las personas que ha sufrido el renovado acoso del régimen. El miércoles fue detenida temporalmente cuando iba camino de la sede de las Damas de Blanco, las mujeres y familiares de los 75 opositores encarcelados en la 'primavera negra' 2003, para firmar en el libro de condolencias por la muerte de Zapata.