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La Unidad de Gestión Clínica de Olvera ofrece talleres para cuidadoras inmigrantes de la Sierra

Un total de 12 mujeres de distintas nacionalidades reciben conocimientos en cuidados básicos y habilidades emocionales

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La Unidad de Gestión Clínica de Olvera, a través de su enfermero gestor de casos y su fisioterapeuta, está desarrollando una serie de talleres dirigidos a 12 cuidadoras inmigrantes de la Sierra de Cádiz en los que reciben una especialización básica a nivel de cuidados sanitarios, la adquisición de habilidades sociales en el trato a personas con dificultades físicas o psíquicas y conocimientos de los recursos sociales a los que pueden tener acceso.

Esta iniciativa que desarrolla el Distrito Sanitario Sierra de Cádiz con la colaboración de los servicios comunitarios de Olvera pretende que las cuidadoras extranjeras, principalmente procedentes de Rumanía y Sudamérica, cuenten con las herramientas precisas para que desarrollen un trabajo profesional.

El contenido formativo, que ha sido adaptado a las costumbres y cultura de las alumnas, consiste en una profundización del conocimiento en habilidades sociales, tanto para expresar emociones y sentimientos, como para la resolución de los conflictos que puedan presentarse en el día a día.

Asimismo, los talleres impartidos por el enfermero gestor de casos Enrique Montoro y el fisioterapeuta Jorge Caballero, incluyen técnicas para los cuidados básicos como primeros auxilios, gestiones domésticas o grado de dependencia de las personas a atender, así como habilidades ergonómicas que les permita adoptar las posturas más adecuadas a la hora de desarrollar su labor. Por último, reciben formación sobre el uso adecuado de la medicación, su administración y conservación.

Esta iniciativa del Distrito Sierra es fruto del envejecimiento de las poblaciones de su ámbito de actuación; los mayores no son cuidados como antaño por los jóvenes, ya que éstos se desplazan a núcleos urbanos más grandes por circunstancias laborales o de estudios y son pocos los que vuelven a los pueblos. Así, el apoyo a este colectivo depende de cuidadoras formales.

En este sentido, al cambiar el vínculo de unión entre el paciente y la cuidadora desde los servicios sociales y sanitarios, se intenta de mantener una formación continua para garantizar cuidados de calidad.