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El Ayuntamiento si podrá solicitar préstamos pese al decreto del Gobierno

Las arcas municipales se encuentran por debajo del límite del 75% marcado por el Ministerio de Economía

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Tras el anuncio de la ministra de Economía de modificar el Real Decreto 8/2010, para permitir a los ayuntamientos solicitar créditos a partir de enero de 2011, la teniente de alcalde de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de El Puerto, Leocadia Benavente, pidió prudencia a la espera de que la rectificación se concrete en el Real Decreto.

«En primer lugar, los ayuntamientos debemos conocer los términos exactos de este anuncio que ha realizado la ministra, puesto que ya estamos acostumbrados a que de los anuncios del Gobierno socialista a las realidades vaya un abismo».

Del mismo modo, la teniente de alcalde de Economía afirmó que la buena gestión económica llevada a cabo por el equipo de Gobierno durante estos tres años permite al Consistorio portuense estar situado por debajo del límite del 75% anunciado por la ministra de Economía, por lo que, si el Real Decreto termina siendo tal y como lo ha anunciado Elena Salgado, el Ayuntamiento de El Puerto sí podrá hacer efectiva la medida de solicitar nuevos préstamos.

Igualmente, Leocadia Benavente señaló que, cuando el Gobierno aprobó el Real Decreto de medidas contra la crisis, se denunció que la medida de prohibir a los ayuntamientos solicitar un préstamo a partir del 31 de diciembre era «contraproducente» y una «auténtica barbaridad» para las cuentas de todos los ayuntamientos.

«Ahora, la ministra viene a darnos la razón con este anuncio y confirma las continuas improvisaciones de la política económica del Gobierno de Zapatero, las continuas correcciones que ellos mismos se hacen a sí mismos, que el Gobierno actúa sin conocimiento ni sin hablar con los afectados que, en este caso, somos los ayuntamientos. Es una política de continuos vaivenes que, además de resultar nefasta para la recuperación económica del país, es un auténtico descontrol para la gestión de las cuentas municipales, puesto que cada día nos desayunamos con una nueva medida del Gobierno que contradice, corrige o modifica otra anterior suya propia».